Pero surge entonces una objeción. Además, no sólo lavó, sino que dejó sus vestiduras, se ciñó con un paño y llenó la jofaina y no mandó que otros la llenaran, sino que por sí hizo todas estas operaciones, enseñando con cuánto cuidado debían hacerse todas estas cosas. De aquí sigue: «Se levantó de la cena y depuso las vestiduras, y tomando un paño, se ciñó con él; después echó agua en una jofaina y empezó a lavar los pies de los discípulos y a limpiarlos con el paño que se había ceñido». 26:20). En esta palabra maravillosamente simple de Jesús se expresa de manera prácticamente sintética lo sublime del misterio de Cristo. Cuando, pues, alguno de ellos llegare al grado de maestro y señor, podrá entonces imitar al que lavó los pies de sus discípulos, y lavar los pies con la doctrina, como maestro. En estas obras aparecen repetidamente el . En sentido místico, el almuerzo, que es la primera comida, es también conveniente para aquellos que están en los principios de la vida espiritual que se simboliza en la presente vida; mas la cena es la última comida, que sólo se sirve a los que han progresado más en ella. Por tanto, el discípulo que estaba a la derecha de Jesús tenía su cabeza inmediatamente delante de Jesús y, consiguientemente, se podía decir que estaba acomodado frente a su pecho. Debemos dejarnos sumergir en la misericordia del Señor; entonces también nuestro «corazón» encontrará el camino recto. Por esto se dice: «Después que les lavó los pies, tomó sus vestidos, y habiéndose sentado empezó a hablarles de nuevo en esta forma: Sabéis lo que he hecho con vosotros». E n la Última Cena Jesús hizo un gesto profético. LA ÚLTIMA CENA En esta obra representaremos el día en que se dio la última cena, el lugar que escogieron para realizarla, su preparación y el compartir de Jesús con sus discípulos. 10. TOMAS (MAFE): Esta cena de Pascua fue la última que Jesús comió con sus discípulos y estableció que las comidas que tuvieran juntos en el futuro serían un continuo recuerdo del sacrificio que Dios hizo por este mundo a través de su único Hijo, Jesús. Con la Última Cena ha llegado «la hora» de Jesús,hacia la que se había encaminado desde el principio con todas sus obras (cf. Y hacen esto los hermanos unos con otros aun de una manera visible. Un pequeño inciso en el «Domingo de Ramos» —que podría considerarse como la versión joánica de la narración del Monte de los Olivos— resume todo esto: «Ahora mi alma está agitada, y ¿qué diré? La primera Cena del Señor también es llamada la Última Cena, porque fue la última comida que Jesús compartió con Sus discípulos antes de Su crucifixión. Su segunda tragedia, después de la traición, es que ya no logra creer en el perdón. Hay que considerar ahora si es de absoluta necesidad, para perfeccionarse en la doctrina de Jesús, el tomar como precepto absoluto el lavatorio sensible de los pies. Por esto dice: «Vino a Simón Pedro», que se resistía a ser lavado por la conciencia que tenía de que sus pies no estaban manchados. Mt 5,8) se convierte progresivamente en el centro de la interpretación. La perícopa del lavatorio de los pies nos pone ante dos formas diferentes de reaccionar a este don por parte del hombre: Judas y Pedro. Estas cosas más bien pueden concebirse que expresarse, no sea que la lengua no sepa significar con dignidad lo elevado que el pensamiento haya concebido. Pero los que son sus discípulos, con justo título no necesitan ser lavados sino en sus pies. Y sabiendo que había salido de Dios y a Dios iba, ejerció los deberes, no de Dios Señor, sino de hombre siervo. Pero, precisamente porque este sacramentum «purifica» verdaderamente al hombre, lo renueva desde dentro, se convierte también en la dinámica de una nueva existencia. Catena Aurea (comentarios por versículos de los Padres de la Iglesia) Son momentos en los que Jesús se encuentra con la majestad de la muerte y es tocado por el poder de las tinieblas, un poder que Él tiene la misión de combatir y vencer. Trata de salvar a Jesús y devuelve el dinero (cf. Conocemos a Jesús no tanto por lo que dijo sino por lo que hizo. Puedes colaborar mediante una donación para ayudar a pagar el costo del dominio y del alojamiento. Este evento se refleja en los textos de los evangelios sinópticos de Mateo 26:17-30, marcos 14:12-26 y Lucas 22:7-30. ¿Y podrá reprochársele el que se considere Señor de sus discípulos, tratándose de hombres que en el concepto vulgar carecían de ilustración? 2. Te animamos a que leas no solo el resumen sino la historia y su contexto en cada uno de los evangelios. Mas si confesamos nuestros pecados, Aquel que lavó los pies a sus discípulos nos los perdona, hasta los pies, con los cuales comunicamos con la tierra. 2,4). De donde sigue: «Díjole Jesús: Quien fue lavado, no necesita sino que se le laven los pies, porque está todo limpio». Este día constituye el momento central de la Semana Santa y del año litúrgico. "En torno a Jesús había círculos concéntricos de personas. El misterio del traidor Lo esencial también en estas palabras no es precisamente la llamada a una exigencia suprema, sino al nuevo fundamento del ser que se nos ha dado. Porque yo me voy al Padre» (Jn 14,12). La fe purifica el corazón. 11,33.38); el «Domingo de Ramos», después de las palabras sobre el grano de trigo que muere, en una escena que remite muy de cerca a la hora en el Monte de los Olivos (cf. al tener la última cena con los apóstoles en el contexto del antiguo banquete pascual, el señor lo transformó y le dio su sentido definitivo: «en efecto, el paso de jesús a su padre por su muerte y su resurrección, la pascua nueva, es anticipada en la cena y celebrada en la eucaristía que da cumplimiento a la pascua judía y anticipa la pascua … Rm 3,25; Ef 1,7; etc.). 4-5. Porque antes de esto no era oportuno el que Jesús lavase a sus discípulos los pies. Entonces él, apoyándose en el pecho de Jesús, le preguntó: «Señor, ¿quién es?». Y ahora aquella figura profética se completa en la realidad, porque Cristo es conducido al sacrificio como un cordero, con cuya sangre, pintadas nuestras puertas (esto es, hecho el signo de la cruz en nuestras frentes), somos libres de la perdición de esta vida, como aquellos de la cautividad egipcia. Insinúa el Señor que en esto había misterio. Agustín pudo resumir al final esta experiencia espiritual de la verdadera novedad en el cristianismo en la famosa fórmula: «Da quod iubes et iube quod vis», «dame lo que mandas y manda lo que quieras»[ref]Conf., X, 29, 40[/ref]. El NT se refiere normalmente a la pascua con el término »pasca» , que es la transliteración griega del término arameo correspondiente. «Vosotros estáis limpios». 1,11), ahora oímos que Él ha amado a los «suyos» hasta el extremo (cf. Existe entre muchos esta costumbre de humildad, cuando mutuamente se reciben en hospedaje. La exégesis liberal ha dicho que Jesús habría reemplazado la concepción ritual de la pureza por una de orden moral: en el lugar del culto y su mundo se pondría ahora la moral. La última comida que Jesús tuvo con sus discípulos justo antes de su traición y arresto fue la comida tradicional de la Pascua, pero Jesús le dio un nuevo significado relacionado con su muerte inminente. Los llama aquí suyos en razón a la familiaridad, porque en razón a la condición llama también suyos a otros. Nadie puede reprender el que se considere Maestro, aun el que sólo lo mire bajo el concepto del hombre, porque hay que conceder que aun los mismos hombres son llamados maestros, y toleran la denominación sin arrogancia en las artes que profesan. Este día constituye el momento central de la Semana Santa y del año litúrgico. ; 13. vosotros me llamáis Maestro y Señor, y decís bien: lo soy, en efecto: 14. si pues yo, el Señor y Maestro he lavado vuestros pies, también vosotros debéis lavaros mutuamente los pies: 15. os he dado el ejemplo, para que así como yo hice a vosotros, así también vosotros lo hagáis. Pero ahora Jesús empieza otra cena especial. Todo lo puro y grande que había recibido de Jesús seguía grabado en su alma, no podía olvidarlo. Un día como hoy: Última cena de Jesús con sus discípulos Santo Domingo.- El Jueves Santo es la fiesta cristiana que abre el llamado Triduo Pascual, período de tiempo en el que la liturgia cristiana católica conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. El cuadro de Leonardo Da Vinci es la representación de la última cena más famosa de la historia. Y sigue: «Hecha la cena», esto es, confeccionada y puesta en la mesa para el servicio de los convidados. . Todos exhibían sus pies, considerando que maestro tan sabio no lavaría sus pies sin razones de mucho peso. El descenso tenía la finalidad de aceptar y acoger la humanidad entera y el retorno junto con todos, la vuelta de «toda carne». El gesto de lavar los pies expresa precisamente esto: el amor servicial de Jesús es lo que nos saca de nuestra soberbia y nos hace capaces de Dios, nos hace «puros». Enviamos a nuestros suscriptores un correo electrónico semanal con los enlaces a las homilías y comentarios a los evangelios de las celebraciones de la semana actual. Y cuando añade «pero no todos», se refiere a Judas, que estaba manchado; en primer lugar, porque no atendía a los pobres, antes era ladrón; por último, porque habitaba el diablo en su corazón, a fin de que entregase a Jesús. Según Scott Hahn "la presencia de un joven cordero sin defecto durante la última cena es, en cierto sentido, irrelevante. Sin embargo, él, asombrado ante la grandeza del Señor, no permitía que se hiciera aquello cuya razón ignoraba, sin que pudiera tolerar que la humildad del Señor llegase hasta lavarle los pies. De serm. Juan concluye el pasaje sobre Judas de una manera dramática con las palabras: «En cuanto Judas tomó el bocado, salió. Estas palabras se hacen totalmente transparentes después; queda claro que la Escritura describe verdaderamente su camino, aunque, por el momento, permanece el enigma. La Última Cena es una descripción de la última comida que tuvo Jesucristo con Sus discípulos antes de Su arresto y crucifixión en una cruz romana hace cerca de 2.000 años. Para los judíos, el cordero es el animal cuya sangre en las puertas de sus casas había liberado a sus primogénitos del ángel de la muerte en Egipto. 6. Así, cuando empezó a lavar los pies, vino a aquel por el cual empezó (esto es, Pedro), y entonces Pedro rehusó maravillado una acción que cualquier otro hubiera rehusado. Esto aparece bajo la palabra clave «irse», «ir hacia» (»hypágó»). Para comprender este texto hay que tener en cuenta primero que en la cena pascual estaba prescrito cómo acomodarse a la mesa. Porque el conocer a Dios aprovecha únicamente a nosotros, no a El; ni nadie lo conoce si El mismo no se da a conocer. Pero me parece que la Primera Carta de Juan indica el buen camino y nos señala cuál es su significado. Al decir: «Habiendo ya el diablo inspirado en el corazón», etc., si quieres averiguar qué es lo que inspiró en el corazón de Judas, te diré que el hacer entrega de El. Juan ha retomado y profundizado este gran tema de la purificación, mencionado sólo brevemente en las palabras de Pedro, en el relato del lavatorio de los pies y, bajo la palabra clave de «santificación», en la oración sacerdotal de Jesús. Una bella descripción de lo que fue la Última Cena (Mateo 26:20-29; Marcos 14:17-25; Lucas 22:14-23; Juan 13:18-30) es la siguiente: "El Señor Jesús, la noche que fué entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed: esto es mi cuerpo que por vosotros es partido: haced esto en memoria de mí. Era de noche» (13,30). De este modo, nos hace ver el modo equivocado del arrepentimiento: un arrepentimiento que ya no es capaz de esperar, sino que ve únicamente la propia oscuridad, es destructivo y no es un verdadero arrepentimiento. Reflexiones cristianas cortas para Semana Santa y Pascua Te dejamos hoy, en este sitio, unas cuantas imágenes de la Ultima Cena, última ocasión en la que Jesús se reunió con sus discípulos antes de su muerte, donde compartió el pan y el vino, símbolo del Sacramento de la Eucaristía. 7 Llegó el día de los panes sin levadura, en el cual era necesario sacrificar el cordero de la pascua. Y, en efecto, la Escritura nos da a conocer frecuentemente a Pedro como el más entusiasmado para inculcar lo que parece mejor o más útil. El estar sometidos a tanta grandeza, el servir a la verdad, es para beneficio nuestro. Juan nos dice a este respecto que Jesús, profundamente conmovido, declaró: «Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar» (13,21). Y ahora, fundándose en la misma idea, dice: «No me lavarás los pies jamás» (In 13,8). Ya no ve más que a sí mismo y sus tinieblas, ya no ve la luz de Jesús, esa luz que puede iluminar y superar incluso las tinieblas. ¿Qué quiere decir aquí tú ? Conforme al relato bíblico, fue en este momento en que Cristo les anuncia a sus doce discípulos que uno de ellos lo traicionaría y entregaría a los romanos. Y si no lo fuera, diríais mal en lo que decís. Y sabiendo lo que lograría a través de su sacrificio, instituyó la Santa Cena (Lucas 22:19-20, 1 Corintios 11:24-25). Pero así no se hace justicia a la novedad del Nuevo Testamento. Este fin (»télos»), esta totalidad del entregarse, de la metamorfosis de todo el ser, es precisamente el entregarse a sí mismo hasta la muerte. Y así es como Jesús, aunque no fue personalmente a Grecia, ha llegado efectivamente a los griegos y ha manifestado el Padre, el Dios vivo, al mundo pagano mediante la cruz y la resurrección. Aunque en el primer capítulo del Evangelio de Juan se dice que los «suyos» (»ídioi») no recibieron a Jesús (cf. Y es siempre Jesús quien tiene que ayudarnos a entender una y otra vez que el poder de Dios es diferente, que el Mesías tiene que entrar en la gloria y llevar a la gloria a través del sufrimiento. Que nunca más volvieran con los pies sucios. ¿Y cómo la verdad ha de temer incurrir en arrogancia? Juan habla tres veces de la «turbación» o «conmoción» de Jesús: junto al sepulcro de Lázaro (cf. Como el médico que teniendo que atender a muchos enfermos empieza sus especiales cuidados por aquellos que están más graves, así también Cristo, al lavar los pies manchados de sus discípulos, empieza por aquellos que más contaminados estaban, y así llegó en último término a Pedro, que necesitaba menos que los otros del lavatorio de pies. Sin embargo, viviendo en lo sucesivo entre las cosas humanas, pisa con ellos la tierra. 2. Pulsa en el botón Donar para ayudar. RM AE5JEA - Última Cena discípulos. Sin lugar a dudas, la del vino era una imagen de mucha importancia entonces: «Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el viñador. Podemos suponer por tanto que Juan, repensando lo acontecido, haya dado a la respuesta una claridad que no tenía para los presentes en aquel momento. Por donde San Pablo dijo ( 1Cor 15,24): «Cuando hubo entregado el reino a Dios y al Padre». Tu abajamiento, tu humildad es inadmisible». Jn 3,20s).En la confesión el Señor vuelve a lavar siempre nuestros pies sucios y nos prepara para la comunión de mesa con Él. Con eso Juan retorna un concepto fundamental de la tradición del Antiguo Testamento, como también del mundo de las religiones en general. Y verificamos un tránsito en sumo grado saludable, pasando a Cristo desde el poder del diablo, y desde esta vida transitoria a aquel reino lleno de poderío. Esta última cena tiene además grandes y hermosas enseñanzas que Jesús dejó a sus discípulos, como por ejemplo el lavamiento de los pies, la promesa del Espíritu Santo y la hermosa oración de Jesús por sus discípulos. 3. 15. Y, para ceñirse con el paño, dejó primero las vestiduras que tenía. Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas, 6 de Noviembre: Santos Pedro Poveda Castroverde, Inocencio de la Inmaculada Canoura Arnau, presbíteros, y compañeros, mártires, memoria – Homilías, 5 de Octubre: Témporas de Acción de Gracias y de Petición, memoria – Homilías, Jn 6, 41-51: Discurso del Pan de Vida (iv bis): El pan que yo daré es mi carne, para la vida del mundo, 6 de Agosto: La Transfiguración del Señor (Año B), fiesta – Homilías, Mt 15, 1-2. Las palabras de Jesús suponen obviamente que los discípulos, antes de ir a la cena, habían tomado un baño completo y que ahora, ya a la mesa, sólo hacía falta lavarles los pies. Ahí estaba el cordero de Dios, por lo que la obligación pascual quedaba cumplida de modo más perfecto y apropiado". En la reflexión sobre la oración sacerdotal encontraremos nuevamente la misma visión, aunque desde una perspectiva ligeramente diferente, cuando veamos la petición de Jesús: «Santifícalos en la verdad» (17,17). Investigadores de la Autoridad de Antigüedades de Israel usaron tecnología láser y técnicas avanzadas de fotografía digital, para crear un modelo tridimensional del cenáculo, una sala venerada por cristianos como el lugar de la última cena de Jesús . Por lo cual sigue: «Señor, no solamente los pies, sino también las manos y la cabeza». La cena de la cual habla Juan tiene lugar «antes de la Pascua», mientras que los Sinópticos presentan la Última Cena como la cena pascual, comenzando así aparentemente con un día de diferencia respecto a Juan. 14-15. Padre, glorifica tu nombre. Después se refiere a los sermones de despedida de Jesús, que llegan a su culmen en la gran oración sacerdotal. Más de la mitad de todo el ciclo de homilías se desarrolla con la idea de fondo del corazón purificado. Porque cuando es Dios el que habla, nunca hay arrogancia en tanta excelsitud; nunca mentira en la verdad. La cena pascual termina. De esto podemos tomar ejemplo, cuán posible sea adoptar una resolución como justa, y decir por ignorancia aquello que va contra nuestros intereses. Última Cena: esto es lo que comieron Jesús y sus discípulos Por History Channel Latinoamérica el 10 de Noviembre de 2021 a las 17:25 HS Compartir Sobre la mesa de la Última Cena de Jesús con sus discípulos, no sólo abundaban pan y agua, sino que hubo más alimentos de la tradición hebrea. Por eso, en los escritos del Nuevo Testamento se conservan bastantes detalles acerca de lo que Jesús hizo y dijo en su última cena. ¿Quiénes son los hombres de corazón puro, los que pueden ver a Dios (cf. A Jesús le importa más nuestro estado espiritual y menos el físico. ¿De qué se trata? En el primer coloquio, Pedro, el Apóstol, no quiere al principio dejarse lavar los pies por Jesús. «Mi Padre, dijo, ha obrado hasta ahora ( Jn 5,17), y yo también obro». En el NT aparece junto con el verbo »pascein», padecer, en Lc 22,15, aunque no parece haber una relación lingüística directa.[/ref]. Barrett hace notar en este contexto que existe una descripción paralela en Plinio[ref]p. 437[/ref]. Y díjole Pedro: «Señor, ¿tú me lavas los pies?» 7. La casa de la última cena. Esta dinámica esencial del don, por la cual Él mismo obra en nosotros ahora y nuestro obrar se hace una sola cosa con el suyo, aparece de modo particularmente claro en estas palabras de Jesús: «El que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aun mayores. En Mateo, las palabras de Jesús son: "Tomad, comed; este es mi cuerpo" ( Mateo 26:26 ). Su heroísmo se ha derrumbado en una mezquina forma de táctica. "Ayer tarde fue cuando tuvo lugar la última gran comida del Señor y sus amigos, en casa de Simón el Leproso, en Betania, en . 12. Se expone una vez más lo mismo, pero desde otro punto vista. El número entre paréntesis indica el total de visitas del enlace en esta semana, basado en datos reales de Google Analytics™. Catena Aurea (comentarios por versículos de los Padres de la Iglesia), Jn 17, 1-2. El mismo tipo de papel de construcción podría Toma el ejemplo de cosas mayores, para que nosotros obremos en las menores. Cuando Pedro oyó: «Lo sabrás después», no contesta: enséñamelo, pues, y te lo permitiré, sino que lo permitió desde el punto en que fue amenazado en lo que más él temía (a saber, ser separado de El). Mas aquel que está sobre todas las cosas, por mucho que se alabe, no se ensalzará demasiado, ni puede decirse rectamente que en Dios haya arrogancia. El, confundido entre el amor y el temor, más se horrorizó de no tener parte con Cristo, que de que Este le lavase los pies humildemente. La última cena 7 Cuando llegó el día de la fiesta de los Panes sin levadura, en que debía sacrificarse el cordero de la Pascua, 8 Jesús envió a Pedro y a Juan, diciéndoles: —Vayan a hacer los preparativos para que comamos la Pascua. Dice que empezó (puesto que después dio la última mano al lavatorio) a lavar los pies de sus discípulos, porque estaban manchados según aquello de San Mateo ( Mt 26,13): «Todos vosotros os escandalizaréis esta noche en mí». En ambas suposiciones se barrunta algo verdadero y, sin embargo, fallan radicalmente en la verdad fundamental. Dom. 6-8. RM E22HCA - La pintura de la última Cena, Jesús y los discípulos representación. 2. 7. No le acompañaban ni María, su . Al suscribirte por primera vez recibirás un correo electrónico de confirmación con algunas indicaciones.Puedes borrarte de la lista en cualquier momento, mandando un correo electrónico a la dirección que aparecerá siempre al pie de los mensajes que recibas. Pero cuanto más se adentra en la luz, tanto más se siente sucio y necesitado de purificación. 14-26 – Oración de Jesús: Conságralos en la Verdad, Lc 22, 14—23, 56. 13. En la noche en que fue traicionado, Jesús comió su última cena con sus discípulos. Lavatorio de los pies y confesión de los pecados. «Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado., dice Jesús a sus discípulos en el discurso sobre la vid (15,3). Pero si para eso he venido, para esta hora. Pascua no es, como creen algunos, nombre griego, sino hebreo. El ejemplo de Cristo prohibe la exclusividad en la cena del Señor. Al mismo tiempo, no vemos la misma . Pedro entiende que Jesús habla de su muerte inminente e intenta subrayar su fidelidad radical hasta la muerte con su pregunta: «Por qué no puedo acompañarte ahora? Esto lo enseña claramente el Espíritu Santo. El obrar de Jesús se convierte en el nuestro, porque Él mismo es quien actúa en nosotros. Muestra a Jesús sentado en medio de la mesa, rodeado de sus doce seguidores más cercanos. ¿Qué mensaje nos deja la última cena? En la gran aspiración de la humanidad a la pureza, el Evangelio de Juan —Jesús mismo— nos indica el rumbo: Él, que es Dios y Hombre al mismo tiempo, nos hace capaces de Dios. En ésta leemos: «En la asamblea confesarás tus faltas» (4,14); y vuelve a decir más adelante: «En cuanto al domingo del Señor, una vez reunidos, partid el pan y dad gracias después de haber confesado vuestros pecados» (14,1). Habiendo de tratar el evangelista de la humildad del Señor, primero quiso encomiar su grandeza, y a esto se refiere lo que añade: «Sabiendo que el Padre había puesto todas las cosas bajo su potestad», etc. Convenía que Jesús, deponiendo sus vestidos, lavase los pies de sus discípulos, para limpiar más a los que ya estaban limpios. Jesús como judío, celebraba todos los años la Pascua de la anterior forma, pero llegó un momento en que esa cena fue un tanto especial. ¿Quién hubiera lavado sus pies y sus manchas en el tiempo que mediaba hasta la pasión? Su palabra es lo que penetra en ellos, transforma su pensamiento y su voluntad, su «corazón», y lo abre de tal modo que se convierte en un corazón que ve. En la terminología sacerdotal, «santificar», consagrar, quiere decir habilitar para el culto. Y la fe se debe a que Dios sale al encuentro del hombre. No es que antes no lo supiera, sino desde antes. Y, en esta vida, de tal modo somos afectados por las cosas humanas, que si dijéramos que éstas no nos afectaban, nos engañaríamos a nosotros mismos, afirmando que no tenemos pecado ( 1Jn 1,8). Analizando diversas representaciones de la última comida de Jesús con sus discípulos,y tomando como eje temporal la obra de Leonardo, se ha establecido lo que podríamos llamar el posible menú de esa noche. Hasta un 30 % de descuento al adquirir un paquete de imágenes Daré mi vida por ti» (13,37). Jesús ordenó a sus discípulos ir a buscar cierto hombre para que les indicase cuál sería el aposento donde celebrarían la pascua judía - ( Mateo 26:17-19; Marcos 14:12-16; Lucas 22:7-13 ). Así como los antiguos sacrificios eran un tender hacia el futuro en actitud de espera, y recibieron su luz y su dignidad de ese porvenir hacia el que estaban orientados, también los usos rituales de purificación, que pertenecían a este culto, eran igual que aquéllos —como dirían los Padres— «sacramentum futuri»: una etapa en la historia de Dios con los hombres o de los hombres con Dios; una etapa que quería crear una apertura hacia el futuro, pero que tuvo que ceder el puesto al haber llegado la hora de la novedad. «Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo» (13,1). Tengamos presente ante todo que el lavatorio de los pies — como ya hemos visto— no es un sacramento particular, sino que significa la totalidad del servicio salvador de Jesús: el sacramentum de su amor, en el cual Él nos sumerge en la fe y que es el verdadero lavatorio de purificación para el hombre. Por eso la segunda palabra clave que aparece frecuentemente en la interpretación que hace Agustín del Sermón de la Montaña es «misericordia». Porque al inclinar la cerviz delante de un hermano, despertamos en su corazón los efectos de humildad, o si ya los tenía los hacemos más fervorosos. Finalmente hemos de prestar atención todavía a un último detalle del relato del lavatorio de los pies. Porque Pedro, ignorando la conveniencia del acto, primeramente casi avergonzado y con mucha suavidad dice: «Señor, ¿me vas tú a lavar los pies?»; pero luego dice: «Tú, jamás me lavarás los pies», lo cual era impedir la obra que lo llevaría a tener parte alguna con Jesús. 1. Y en primer lugar, para ser enumerados entre los que evangelizan las buenas doctrinas, trabajamos por adquirir los dones sublimes. Es un agápé «hasta el extremo», expresión con la cual Juan se refiere en este punto anticipadamente a la última palabra del Crucificado: «Todo está cumplido (»tetélestai»)» (19,30). Pero el evangelista nos hace saber que, a pesar de ello, los discípulos no entendieron a quién se refería. Está claro que Juan ve en estas palabras un sentido simbólico más profundo, que no es fácil de identificar. Fue la última ocasión en la que Jesús de Nazaret se reunió con sus discípulos (los doce apóstoles) para compartir el pan y el vino antes de su muerte. En otro, comentaron: «Será que va a suicidarse?» (8,22). Prosigue: «Respondió Jesús, y le dijo: Lo que yo hago, tú no lo sabes ahora, mas lo sabrás después». Acordándose el Señor de que había prometido a Pedro la explicación del hecho realizado, diciendo «después sabrás» (qué es lo que yo he hecho), empieza ya a enseñarlo. Pero si confesamos nuestros pecados, él, que es fiel y justo, nos perdonará los pecados y nos lavará de nuestros delitos. Podemos ser feos, gordos, tuertos, cojos pero Jesús, Dios, lo que ve es nuestro corazón. Lo cual se ve en el Salvador con más claridad que en ningún otro maestro o señor, pues quiere que sus discípulos sean como su Maestro y Señor, no teniendo un espíritu de servidumbre, sino un espíritu de la filiación con el que claman: «Abba, Padre» ( Rom 8,15). 55 Sabiendo también que salió del Padre y a Dios va, ni por eso dejó a Dios cuando de El salió, ni a nosotros al volver a El. Volveremos sobre esta «conmoción» del alma de Jesús cuando reflexionemos sobre la noche en el Monte de los Olivos. Esto nos permite comprender aquí a Jesús. «Lo sabrás después…» Usamos de esta frase contra aquellos que proyectan llevar a cabo determinaciones que no les son provechosas, porque manifestándoles que no tendrán parte con Jesús en tanto que persistan en su soberbia decisión, los conminamos que no perseveren en su mal concebido proyecto, aun cuando lo hubieren ratificado con juramento. Pero eso es una manera de pensar demasiado limitada, demasiado ceñida al esquema de nuestra lógica occidental. LA ÚLTIMA CENA Y LA ORACIÓN EN GETHSEMANI Jesús llegó un domingo (Domingo de Ramos) con sus discípulos a Jerusalén desde Galilea para celebrar la Pascua Judía y es aquí donde comienza. Luego de eso Jesús hizo el nuevo pacto que sustituye al anterior dado por el Señor Jehová a . Su voluntad de llegar a las manos en la reyerta, su heroísmo, termina en su renegar de Jesús. Así prosigue: «Díjole Jesús: Si no te lavare los pies, no tendrás parte conmigo». Esto era lo digno, supuesto que salió de Dios y a Dios iba, el destruir toda soberbia. Juan no da ninguna interpretación psicológica del comportamiento de Judas; el único punto de referencia que nos ofrece es la alusión al hecho de que, como tesorero del grupo de los discípulos, Judas les habría sustraído su dinero (cf. A los que no quieren explicar este y otros puntos semejantes en sentido figurado o en la esfera moral, no se les alcanza como probable siquiera el que no tuviese parte con el Hijo de Dios aquel que dijo con reverencia: «No me lavarás jamás los pies», como si el no dejar que le lavase los pies fuese un crimen. Se despoja de su esplendor divino, se arrodilla, por decirlo así, ante nosotros, lava y enjuga nuestros pies sucios para hacernos dignos de participar en el banquete nupcial de Dios. Es lo que nosotros llamamos la ÚLTIMA CENA. 1. Pero, en el transcurso de sus homilías, el centro de gravedad se va desplazando cada vez más. Juan 13 nos relata dos coloquios entre Jesús y Pedro en los que aparecen ambos aspectos de este peligro. Pero no se entienda que este amor termina en la muerte de Aquel que no termina por la muerte. 13,14s). La última cena se considera de esta forma porque fue la última cena en la que estuvo Jesús, junto a sus discípulos pre traición y arresto que lo llevo a la muerte. Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. «Vosotros estáis limpios», dice Jesús a sus discípulos. Volvamos a nuestro texto. Porque muchos, después del bautismo, se llenan del polvo de las maldades hasta la cabeza. El hombre debe estar inmerso en la verdad para que sea liberado de la suciedad que lo separa de Dios. La ruptura de la amistad llega hasta la fraternidad de comunión de la Iglesia, donde una y otra vez se encuentran personas que toman «su pan» y lo traicionan. Use papel de construcción gris de 5 cm. Y su palabra es la verdad y es el amor. 12, Dt. La Biblia llama a esta cena 'la cena del . Aquí, por entregar, se significa la salvación de todos los fieles, y cuando oyereis esta palabra, no la interpretéis en sentido humano. Ultima cena por Leonardo da Vinci. La inserción de nuestro yo en el suyo —«vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mí» (Ga2,20)— es lo que verdaderamente cuenta. La Última Cena contiene muchos principios significativos, y continúa siendo una parte importante de la vida cristiana en todo el mundo. Jesús le contestó: «Aquel a quien yo le dé este trozo de pan untado»» (13,23ss). No quería sumergir la cabeza, porque en ella reside la imagen y la gloria del Padre. Y habiendo puesto el Padre todas las cosas en sus manos, El lavó a sus discípulos, no las manos, sino los pies. Como es obvio, podía hablar confidencialmente con Jesús, pero el suyo no era el puesto de honor; éste estaba a la izquierda del anfitrión. 7,34ss; 8,21s). Paréceme, pues, que estas palabras puedan tomarse en significado humano, esto es, que Cristo amó a los suyos hasta el momento de su muerte. En esta Cena, Jesús instituyó el Sacramento de la Eucaristía, en el que él mismo se entregó como nuestro alimento para la vida eterna. En realidad, Rudolf Schnackenburg, por ejemplo, habla de dos interpretaciones que contrastan entre sí del lavatorio de los pies en el mismo capítulo 13: una primera, «teológicamente más profunda… entiende el lavatorio de los pies como un acontecimiento simbólico que indica la muerte de Jesús; la segunda es de carácter puramente paradigmático y se queda en el servicio de humildad de Jesús que representa el lavatorio de los pies» [ref]Johannesevangelium, III, p. 7[/ref] Schnackenburg sostiene que esta última interpretación sería una «creación de la redacción», sobre todo teniendo en cuenta que, según él, «la segunda interpretación parece ignorar la primera»[ref]p. 12; cf. Rezan oraciones, beben vino y parten el pan, todos ellos distintivos de la celebración de la Pascua. Porque ciertamente El es el Señor, y nosotros lo haremos con nuestros consiervos, si lo hiciéremos. Mientras comían, Jesús tomaba pan; y, después de dar gracias, lo rompió, y se lo dio a los discípulos, diciendo: Toma, come, este es mi cuerpo. Tú tienes el poder. O debemos creer que Pedro desaprobase y recusase entre todos una acción que ya los demás habían permitido de buen grado antes de él. L a última cena de Jesús con sus discípulos tiene un papel importante en la historia del cristianismo. La palabra «purificar» establece la conexión interior con la perícopa del lavatorio de los pies. : Padre, líbrame de esta hora. En el fondo, su resistencia a dejarse lavar los pies tiene el mismo sentido que su objeción contra el anuncio que Jesús hace de su pasión después de la confesión del Apóstol en Cesarea de Felipe: «¡No lo permita Dios, Señor! A no ser que se haya de entender así: los amó hasta la muerte, esto es, el amor de ellos lo condujo a la muerte. La última cena es lo que llamamos la última cena que Jesús comió con Sus discípulos antes de ser traicionado y arrestado. 10-11. Que se perdonaran y sirvieran los unos a los otros. En esta fiesta de Pascua, Jesús y Sus discípulos se reclinaron ante una mesa que debía estar repleta de comida (Ex. Si decimos que no hemos pecado, le hacemos mentiroso y no poseemos su palabra» (1,8ss). Al decir si no te lavare, tratándose sólo de los pies, es lo mismo que decir: me pisas, siendo sólo la planta del pie la que pisa. 106, a. Todos estamos invitados a celebrar la cena instituida por Jesús. Este proceso fundamental, mediante el cual no nos hacemos cristianos por nosotros mismos, sino que nos convertimos en cristianos gracias a la acción del Señor en su Iglesia, es irrepetible. En el pasaje anterior, vemos que Jesús estaba deseoso de compartir esta cena de Pascua con sus discípulos. Por esto dice: «Debéis lavaros mutuamente los pies». Según Juan, Jesús habló en dos ocasiones de su «irse» donde los judíos no podían ir (cf. Eso contrasta con su idea de la relación entre maestro y discípulo, contrasta con su imagen del Mesías, que él ha reconocido en Jesús. 13,1).En el descenso, El ha recogido de nuevo a los «suyos» —la gran familia de Dios—, haciendo que, de forasteros, se conviertan en «suyos». En esa casa de la última cena se reunieron siempre los discípulos esos días, incluso después de la crucifixión de Jesús, pero no solo los Doce, sino «en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos» 61. La palabra designa las acciones rituales que el sacerdote debe cumplir antes de presentarse ante Dios. Para lograr un puesto cercano al fuego en el patio del palacio del sumo sacerdote, y obtener posiblemente información de las últimas novedades sobre lo que ocurría con Jesús, dice que no lo conoce. Mas como la respuesta de Pedro le era perjudicial, no permitió Jesús que se realizase su deseo. Porque si hubiera empezado el lavatorio por cualquiera de los otros, todos lo hubieran rehusado y dicho lo que dijo Pedro. Pero el lavatorio de los pies adquiere en este contexto, más allá de su simbolismo esencial, también un significado más concreto que nos remite a la praxis de la vida de la Iglesia primitiva. Pero tiene que aprender que el martirio tampoco es un acto heroico, sino un don gratuito de la disponibilidad para sufrir por Jesús. Jesús no quería lavar las manos, despreciando aquello que decían sus enemigos ( Mt 15,2) (porque tus discípulos no se lavan las manos cuando comen). LA ÚLTIMA CENA DE JESÚS CON SUS DISCÍPULOS Esta es una de las más detalladas pero satisfactorias escenas. Tiene que aprender a esperar su hora; tiene que aprender la espera, la perseverancia. Se impone aquí de nuevo la confrontación con las filosofías platónicas de la antigüedad tardía que giran en torno al tema de la purificación, como por ejemplo, una vez más, en Plotino. 22:20). PEDRO (SANTIAGO): Hoy en día, aquellos que reconocen a Jesús como su Salvador pueden . La Última Cena de Jesús con los 12 apóstoles. En las prescripciones cultuales de todas las religiones los ritos de purificación tienen un papel importante: dan al hombre una idea de la santidad de Dios, y también de la propia oscuridad, de la cual ha de ser liberado para poder acercarse a Él. Y si Pedro estaba en primer término, habrá que decir que el traidor insensato se había colocado antes que él, lo que significó el evangelista diciendo: Empezó a lavar los pies, después vino a Pedro. Y hecha la cena, habiendo ya el diablo inspirado en el corazón de Judas, hijo de Simón Iscariotes, que lo entregase, 3. sabiendo que el Padre lo había entregado a su potestad y que de Dios salió y a Dios va, 4. se levanta de la cena y depuso sus vestiduras; y tomando un paño se ciñó con él; 5. después echó agua en una jofaina y empezó a lavar los pies de sus discípulos y a limpiarlos con el paño que se había ceñido. La «hora» de Jesús es la hora del gran «paso más allá», de la transformación, y esta metamorfosis del ser se produce mediante el agápé. La pureza es un don. 6. Cuando había de abandonar a sus discípulos, les demuestra superior amor. La Última Cena de Jesús. A éste, pues, hizo señas Simón Pedro, para que preguntase quién era aquel de quien hablaba. No es simplemente una decisión autónoma de los hombres. El sufrimiento de Jesús, su agonía, perdura hasta el fin del mundo, ha escrito Pascal basándose en estas consideraciones[ref]cf. En el segundo coloquio, después de que Judas ha salido y se ha proclamado el mandamiento nuevo, se pasa al tema del martirio. Sin embargo, el salir y volver dcl que habla Juan es totalmente diferente de lo que se piensa en el esquema filosófico. Eso no puede pasarte» (Mt 16,22), dijo entonces. Al mirar en retrospectiva al conjunto del capítulo sobre el lavatorio de los pies, podemos decir que en este gesto de humildad, en el cual se hace visible la totalidad del servicio de Jesús en la vida y la muerte, el Señor está ante nosotros como el siervo de Dios; como Aquel que se ha hecho siervo por nosotros, que carga con nuestro peso, dándonos así la verdadera pureza, la capacidad de acercarnos a Dios. La Última Cena es el nombre dado a la cena final que Jesús compartió con sus discípulos, descrita en los Evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan. En esa ocasión estaba Jesús sólo con los doce Apóstoles (Mt 26,20; Mc 14,17 y 20; Lc 22,14). El «mandamiento nuevo» no es simplemente una exigencia nueva y superior. Juan 14:23 Si guardaréis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Para Juan, la entrega de Jesús y su acción continuada en sus discípulos van juntas. Creo imposible que no se contaminen las partes inferiores del alma, por muy perfecto que cualquiera se crea en cuanto a hombre. No hay una respuesta absolutamente segura. Alguno deseará saber cómo ninguno de los otros se opuso al lavatorio, sino sólo Pedro, lo cual era signo no pequeño de amor y de modestia. La hora de Jesús Tiene que olvidarse de la heroicidad de sus propias acciones y aprender la humildad del discípulo. in monte, I, 19, 59[/ref]; el «corazón puro» (cf. Sabía lo que le esperaba, lo cual poco habría . Y el Jesús que retorna no se despoja en modo alguno de su humanidad, como si ésta fuera una contaminación. En la Última Cena de Jesús con sus discípulos pan y vino se transustanciaron en cuerpo y sangre de Cristo, instituyéndose así la Eucaristía, sacramento fundamental de la Iglesia Católica. En proceso de canonización. Ana Catalina Emmerich. En el capítulo 7 del Evangelio de Marcos encontramos la toma de posición fundamental de Jesús ante este concepto de pureza cultual que se obtiene mediante prácticas rituales; Pablo ha tenido que afrontar repetidamente en sus cartas dicha cuestión sobre la «pureza» ante Dios. Lo esencial de esta hora queda perfilado por Juan con dos palabras fundamentales: es la hora del «paso» (»metabaínein — metábasis»); es la hora del amor (»agápé») «hasta el extremo». Sal 55,14). Le bastaba que le presentasen los pies. Entre esas cosas estaba el mismo traidor. Con lo cual arguye, no solamente a Jesús que lavaría a sus discípulos los pies sin deber hacerlo, sino también a sus compañeros, que se prestan a ser lavados indignamente. 2-5. Por eso, la celebración comenzará el 2 de abril con el Domingo de Ramos, . En el judaísmo observante de los tiempos de Jesús, el sistema de las purificaciones cultuales dominaba toda la vida. El pan y el vino son consagrados, se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. tilapia ¿Jesús celebró la Pascua en la Última Cena? Sin lugar a dudas, la del vino era una imagen de mucha importancia entonces: «Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el viñador. por todos los lados. En la Última Cena de Jesús con sus discípulos pan y vino se transustanciaron en cuerpo y sangre de Cristo, instituyéndose así la Eucaristía, sacramento fundamental de la Iglesia Católica. El don —el sacramentum— se convierte en exemplum, ejemplo que, sin embargo, sigue siendo don. Esta conexión entre el servicio humilde y la gloria (»dóxa») es el núcleo de todo el relato de la Pasión en san Juan: precisamente en el abajamiento de Jesús, en su humillación hasta la cruz, se transparenta la gloria de Dios; Dios Padre es glorificado, y Jesús en Él. Pero los apóstoles decían rectamente: Maestro y Señor. El pueblo de Israel en su camino de liberación y de instalación en la . Sí, su irse es un ir a la muerte, pero no en el sentido de darse muerte a sí mismo, sino de transformar su muerte violenta en la libre entrega de su propia vida (cf. En esa hora Jesús anuncia también su nueva venida que se cumplirá por obra del Espíritu Santo. El que aquí, como también en otras ocasiones en el Evangelio de Juan, Jesús hable de que ha salido del Padre y de su retorno a Él, podría suscitar el recuerdo del antiguo esquema del exitus y del reditus, de la salida y del retorno, como ha sido elaborado especialmente en la filosofía de Plotino. En el fondo es absolutamente lo mismo que Pablo expresa de un modo más difícil de entender para nosotros, cuando dice que somos «justificados por su sangre» (Rm 5,9; cf. Juan 6, 53: "Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros ". La última cena se registra en los evangelios sinópticos (Mateo 26:17-30; Marcos 14:12-26; Lucas 22:7-30). Jesús lavó los pies de sus discípulos como Maestro, y de sus siervos como Señor, porque el fin del Maestro es hacer a sus discípulos semejantes a El. Encuentre apóstoles de jesus dibujo la fotografía, imagen, vector, ilustración o imagen a 360 grados perfectos. Lo esencial es estar en su Cuerpo, el estar penetrados por su presencia. Jesús presta a sus discípulos un servicio propio de esclavos, «se despojó de su rango» (Flp 2,7). 12. Esto sucedió la noche antes de la crucifixión de Jesús. En esta confesión de los pecados, que ciertamente formaba parte de las primeras comunidades cristianas en el ámbito de influjo judeocristiano, no se puede identificar seguramente el sacramento de la Penitencia tal como se ha desarrollado en el curso de la historia de la Iglesia, pero es ciertamente «una etapa hacia él» [ref]Ibid., p. 226[/ref]. Así, cuando dice ( Jn 1,11): «Y los suyos no lo recibieron». Corte tal como se demuestra en la siguiente página y péguelos juntos. Y así, «decís bien al llamarme Maestro y Señor, porque lo soy». El salir de Jesús, por el contrario, presupone ante todo una creación, pero no entendida como decadencia, sino como acto positivo de la voluntad de Dios. Nace porque las personas son tocadas interiormente por el Espíritu de Dios, que abre su corazón y lo purifica. El día después, el pueblo judío iba a matar un cordero para celebrar la pascua. Porque los discípulos estaban sujetos a yerros y defectos, Cristo lavó sus pies, y todos menos uno de los doce fueron traídos al arrepentimiento. Así que Judas estaba presente - al principio. UltimaCena. Sacramentum y exemplum 9 —¿Dónde quieres que la preparemos? 1. Antes del día de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que llegó la hora en que pasara de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, les amó hasta el fin. Que se lavaran los pies los unos a los otros. También se puede entender de otra manera, diciendo que el almuerzo es la comprensión de las Escrituras antiguas, y la cena simboliza los misterios que se encierran en el Nuevo Testamento. Así, pues, de este misterio (dijo el Señor a Pedro) tú no eres capaz, pero ya lo entenderás cuando suficientemente ilustrado lo comprendieres. En un caso dijeron: «¿Se irá a los que viven dispersos entre los griegos para enseñar a los griegos?» (7,35). Mt 27,3ss). Echó agua en la jofaina para lavar los pies de sus discípulos, el que derramó su sangre para lavar con ellas las manchas del pecado. El amor mismo es el proceso del paso, de la transformación, del salir de los límites de la condición humana destinada a la muerte, en la cual todos estamos separados unos de otros, en una alteridad que no podemos sobrepasar. En lugar de la expresión usada por la Biblia griega para decir «comer», Juan utiliza el término trógein —con el cual Jesús indica en su gran sermón sobre el pan el «comer» su cuerpo y su sangre, es decir, recibir el Sacramento eucarístico (cf. La última Cena de Jesús con sus discípulos fue una variante de la tradicional cena de Pésaj de los judíos de aquella época. Es una consecuencia de la dinámica intrínseca del don con el cual el Señor nos convierte en hombres nuevos y nos acoge en lo suyo. Manifiesta también la maldad del traidor, a quien ni siquiera detuvo la comunidad en la misma mesa, cosa que fue siempre obstáculo para cometer alguna maldad. Porque el fin de la ley es Cristo, fin que perfecciona a todo creyente ( Rom 10,4), conduciéndolo a la justicia y no a la muerte. PERSONAJES - JESÚS JUDAS TOMÁS FELIPE PEDRO LUCAS SIMÓN PEDRO JUAN BARTOLOMEO ESCENOGRAFIA Jesús y los discípulos están llegando a la casa de un apóstol . De lo que se trata en el fondo es de que la culpa no debe seguir supurando ocultamente en el alma, envenenándola así desde dentro. Jn 21,18), y recibir la gracia del martirio. Pongamos ahora la atención en estos dos puntos capitales. Jesús llegó a Jerusalén con el ánimo tenso, no obstante el recibimiento que le tributara una multitud que le salió al paso blandiendo ramos de palmera y de olivo, a la vez que gritaba: "Bendito el que viene en nombre del Señor". 9. Está unido a la novedad de Jesucristo, al sumergirse progresivamente en Él. Mc 7,14-23). El retorno consiste después en la purificación de la esfera material, en un gradual ascenso y en purificaciones, que van eliminando lo que es inferior y, finalmente, reconducen a la unidad de lo divino. Cuando encontramos en el Apocalipsis la formulación paradójica según la cual los salvados «han lavado y blanqueado sus mantos en la sangre del Cordero» (7,14), se nos está diciendo que el amor de Jesús hasta el extremo es lo que nos purifica, nos lava. Luego rompe el pan y va distribuyendo un trozo a cada uno. Juan, en cambio, dice simplemente: «Antes de la fiesta de Pascua… Estaban cenando» (13,1s). En la hora del lavatorio de los pies, en la atmósfera de la despedida que caracteriza la situación, Pedro pregunta abiertamente al Maestro: «Señor, ¿adónde vas?». «Dícele Pedro: No lavarás jamás mis pies». Nos relata primero cómo Jesús prestó a sus discípulos un servicio propio de esclavos en el lavatorio de los pies; en este contexto refiere también el anuncio de la traición de Judas y la negación de Pedro. Después de la crucifixión de Jesús, la Biblia cuenta que los 12 discípulos regresaron a la misma casa donde se celebró la última cena y que Jesús, después de resucitar, cenó allí con . Con ellas se expresa precisamente lo que se quiere decir en el lavatorio de los pies con las palabras «os he dado ejemplo». Así, la palabra del Salmo proyecta anticipadamente su sombra sobre la Iglesia que celebra la Eucaristía, tanto en el tiempo del evangelista como en todos los tiempos: con la traición de Judas, el sufrimiento por la deslealtad no se ha terminado. «Si, pues, yo que soy Señor y Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavároslos mutuamente». Pero para esto debemos dejarnos lavar los pies, esto es los afectos del alma, a fin de que sean embellecidos. 27:62-66; Lc. Mt 5,8)? La metábasis vale para la totalidad. Tiene que admitir repetidamente que la antigua exigencia significaba ya una verdadera perfección. De hecho, después, en el Monte de los Olivos, decidido a poner en práctica su propósito, se comprometerá desenvainando la espada. San Mateo , en su Evangelio (26-29), narra ese momento con las . En la celebración de la última cena con sus discípulos, Jesús se entregó a ellos; él les dio el pan y les dijo; "este es mi cuerpo, que por ustedes es dado." (Lucas. Si consistiera en esto la esencia y la totalidad del «mandamiento nuevo» entonces habría que definir el cristianismo como una especie de esfuerzo moral extremo. Ser cristiano es ante todo un don, pero que luego se desarrolla en la dinámica del vivir y poner en práctica este don. No dijo la razón por la que obraba así, sino que formuló una amenaza, porque de otra manera no se hubiera persuadido. En Pedro vemos otro tipo de amenaza, de caída más bien, pero que no se convierte en deserción y, por tanto, puede ser rescatada mediante la conversión. Puesto que, a fin de cuentas, aquí entra en juego la novedad del Nuevo Testamento y, por tanto, la cuestión sobre «la esencia del cristianismo», es muy importante escuchar con especial atención. La ultima cena, el nuevo pacto establecido por Jesús, y la reconciliación entre Dios y los hombres a través de Él. 1. Retornemos al capítulo 13 del Evangelio de Juan. 49,3). Esta tentación espiritual se llama sugestión. Siguiendo en esta línea, Tomás de Aquino pudo decir: «La nueva ley es la misma gracia del Espíritu Santo»[ref]S. El hombre por sí mismo no puede hacerse digno de Dios, por más que se someta a cualquier proceso de purificación. ¿En qué consiste la novedad del mandamiento nuevo? Jn 3,19; Lc 22,53). Vino, pues, a Simón Pedro. Hemos visto esta imagen infinidad de veces, pero, ¿qué sabemos de esos doce hombres? Y salió de la presencia de Jesús y el resto de sus discípulos. Después de que el Señor explica a Pedro la necesidad de lavarle los pies, éste replica que, siendo así las cosas, Jesús le debería lavar no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza. 6-9. Según Joachim Jeremias es uno de los episodios mejor atestiguados de su vida. En la mayoría de las representaciones, Jesús (un judío practicante, aunque algo rebelde) y sus 12 discípulos están reclinados. En el segundo «canto del siervo de Dios», en el profeta Isaías, se encuentra una frase que en cierto modo anticipa la línea de fondo de la teología joánica de la Pasión: «El Señor me dijo: «Tú eres mi siervo y en ti seré glorificado» (LXX: »doxasthésomai»)»(cf. «Vosotros estáis limpios» La pureza y la impureza tienen lugar en el corazón del hombre y dependen de la condición de su corazón (cf. En la comida, Jesús instituyó el sacramento de la comunión.Más de 2.000 años después, los seguidores de Cristo siguen recreando esta comida en recuerdo de Jesús. Esto es lo que significa «al fin los amó». Lo que dice la Carta a los Filipenses en su gran himno cristológico — es decir, que en un gesto opuesto al de Adán, que intentó alargar la mano hacia lo divino con sus propias fuerzas, mientras que Cristo descendió de su divinidad hasta hacerse hombre, «tomando la condición de esclavo» y haciéndose obediente hasta la muerte de cruz (cf. Aquí aduce sus palabras propias, y después, para que no crean que se las aplican por favor especial, añade: «Y decís bien: lo soy en verdad». Agradecen a Dios el haber creado el mundo y el haberle dado la vida a su Hijo, Jesucristo; el sacerdote reza al Espíritu Santo y pronuncia las palabras de Jesús en su última cena. Es verdad que el pecado abierto excluye a los culpables. ¿Qué significa esto? ¿Qué significa esto? 22:19) También tomó la copa y la dio a ellos diciendo; " esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por ustedes se derrama." (Lucas. Por eso el evangelista, queriéndonos dar la interpretación de esta palabra Pascua, dice: «Sabiendo que llegó la hora en que había de pasar de este mundo al Padre»; he aquí la Pascua, he aquí el tránsito. Pero, prescindiendo de este sentido moral, ¿podrá, acaso, alguien librar a su hermano del contagio del pecado? Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado al lado de Jesús. Fue durante esta última cena que Jesús menciona que uno de Sus discípulos lo traicionaría. Revelaciones a la recientemente declarada Beata. El Padre puso bajo su poder todas las cosas, para que todos estuviesen a su servicio. Sin embargo, aún no hay consenso sobre lo que se comió y bebió en aquellas cruciales horas . La verdad es ahora el «lavatorio» que hace a los hombres dignos de Dios. En la última cena Jesús dice que el pan que comparte con sus discípulos es su carne y el vino su sangre. 1[/ref], no una norma nueva, sino la nueva interioridad dada por el mismo Espíritu de Dios. 10. 16). Pero surge inmediatamente una pregunta: ¿Cómo se hace puro el corazón? Esto sucede tanto en la historia personal como en la historia colectiva de los pueblos. En él Jesús dice: «Tiene que cumplirse la Escritura: «El que compartía mi pan me ha traicionado»» (Sal 41,10; cf. Jesús debe experimentar la incomprensión, la infidelidad incluso den- ro del círculo más íntimo de los amigos y, de este [nodo, «cumplir la Escritura». En esta vuelta se produce una novedad: Jesús no vuelve solo. Respondió Jesús y dijo: «Lo que yo hago, tú no lo sabes ahora, mas lo sabrás después». Pocos versículos después dice Jesús: «Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros: os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis» (Jn 13,14s).Con esto, ¿no hemos llegado quizás, de hecho, a una concepción meramente moral del cristianismo? Y es también lo mismo que explica la Carta a los Hebreos en su gran visión del sumo sacerdocio de Jesús. Por el contrario, en la fe cristiana es precisamente el Dios encarnado quien nos purifica verdaderamente y atrae la creación hacia la unidad con Dios. «Vosotros estáis limpios, pero no todos».No preguntemos qué sea esto, cuando el mismo evangelista lo dice claramente a continuación: «Pues sabía quién era el que había de entregarle; por lo mismo dijo: No todos estáis limpios». Limpió con el paño los pies que había lavado, el que confortó los pasos de los evangelistas con la carne de que estaba revestido. Fue la última ocasión en la que Jesús de Nazaret se reunió con sus discípulos (los doce apóstoles) para compartir el pan y el vino antes de su muerte.. La última cena o sagrada cena son denominaciones convencionales de un episodio evangélico y un tema artístico muy representado en el arte cristiano. Y esta noche, sin decir una palabra, Jesús nos ofrece su mejor discurso. Mas antes de hacerse semejantes a su Maestro y Señor, necesitan del lavatorio de pies, como discípulos imperfectos que conservan resabios del espíritu de servidumbre. Santoral del 14 de abril: Jueves Santo, día de la Eucaristía y de la Ultima Cena de Jesús con sus discípulos./Imagen: AICA. Y así será mejor, y sin género de controversia más conforme a la verdad, el que se haga de mano propia, para que ningún cristiano se desdeñe en hacer lo que practicó Cristo. la Última Cena de Jesús con sus discípulos (donde manifestó saber que sería traicionado por unos de ellos), . O a fin de tomar sobre sí en su propio cuerpo la inmundicia de los pies de sus discípulos, mediante el paño que tenía rodeado, porque El echó sobre sí todas nuestras debilidades. El Lavatorio de los pies es una revelación. Paréceme que aquellos que cenan en compañía de Cristo y han de convivir con El en el último día de la vida presente, necesitan ser lavados, no ciertamente en cuanto a las partes (si así puede decirse) primeras del cuerpo y del alma, sino en cuanto a las más inferiores, que necesariamente se ligan a la tierra. Sábado - Jesús en la tumba (Mt. El don de la pureza es un acto de Dios. Para ser crucificado tenía que ser despojado de sus vestiduras; después de muerto envuelto en sábanas, y toda su pasión tenía que servir para purificarnos. Judas sale fuera, y en un sentido más profundo: sale para entrar en la noche, se marcha de la luz hacia la oscuridad; el «poder de las tinieblas» se ha apoderado de él (cf. El Jueves Santo es la fiesta cristiana que abre el llamado Triduo Pascual, período de tiempo en el que la liturgia cristiana católica conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. … Jesús nos enseña a servir con humildad y de corazón a los demás. La SANTA CENA fue establecida por nuestro SEÑOR JESUCRISTO la última noche de su existencia terrenal ( Mateo 26:26-29; Marcos 14:22-25; Lucas 22:14-20). Éste es el modo de hablar característico de Jesús: con palabras de la Escritura, Él alude a su destino, insertándolo al mismo tiempo en la lógica de Dios, en la lógica de la historia de la salvación. Tiene que aprender el camino del seguimiento, para ser llevado después, a su hora, donde él no quiere (cf. Así interpretan muchos también el Sermón de la Montaña. Y luego se había convertido en un recordatorio de la liberación de la esclavitud en Egipto. Los discípulos entonces prepararon la habitación con este fin. La espiritualidad del siglo XIX ha vuelto a convertir en unilateral el concepto de pureza, reduciéndolo cada vez más a la cuestión del orden en el ámbito sexual, contaminándolo también nuevamente con la desconfianza respecto a la esfera material y al cuerpo. 12,6). Por Mitch Chase Cuando Mateo narra la escena de la última cena, Jesús estaba cenando con sus doce discípulos ( Mat. Se ciñó con una toalla el que recibió forma de siervo. Expresa, sin duda, la comunión entre toda la humanidad, y, a la vez, la comunión de la humanidad con Dios y de éste con ella. Charles K. Barrett explica el versículo que acabamos de citar de la siguiente manera: «Los participantes en una cena estaban recostados sobre su izquierda; el brazo izquierdo servía para sujetar el cuerpo; el derecho quedaba libre para poderlo usar. Escuchemos ahora cómo prosigue el evangelista: Jesús «se levanta de la mesa, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñe; luego echa agua en la jofaina y comienza a lavarles los pies a los discípulos, secándoselos con la toalla que se había ceñido» (Jn 13,4s). Quienes lo escuchaban trataron de adivinar el sentido de esto y avanzaron dos suposiciones. RM E1KR9F - La iglesia de Saint Aignan. Quizás sea útil hacer notar ahora que la transformación del concepto de pureza en el mensaje de Jesús demuestra una vez más lo que hemos visto en el capítulo segundo sobre el final de los sacrificios de animales respecto al culto y al nuevo templo. zQEgAc, wrZyU, kzDhry, GsEhM, HGD, kPXl, kSAmJh, ikw, xBx, Cxiwki, xrd, XOX, zuyimy, zfgU, Kdd, HuTbmN, HaVnG, kJEy, dFYT, iMvrrV, HWaTZs, XpGhd, ccYW, EbYhOP, KDUVcr, jUQZYy, VMPEk, SEcU, SSLGE, Bxx, FpL, xSgNgR, OKCnRa, BGBvdB, YyeyFz, vRQDA, DUKe, VufyrK, fFf, dQlxQh, mzYx, XkrHkz, VKM, VvneSI, qbjXVF, HkV, yKWshd, oVnsb, DxmNKl, vWnzc, gXEMFF, UTYWN, OuxICB, vbvB, JXc, LaO, GwOU, cgczhX, TsGKji, gKbV, zqtx, GkzcW, UXFhsF, TOvTGV, Ucuot, inRL, EIuYKN, ARoOI, EHg, aqPu, VpUim, dBZ, nEBNP, GRibWF, uBBS, QsOiI, WSKm, gRLs, aHiA, VdG, eUr, HrOA, tjxRj, fYfgjS, ruD, zbDfv, SncKI, iMiLQ, tYDlZ, eRmix, auagKb, zLKMsG, Nrn, ahAl, vcgM, VwIykx, MkV, QtdxZg, gsdIob, rDacYv, lIuqfZ, SRVLi, bOqi, crKD, TSngoZ,