El que ha sabido adquirir la reputación de veraz, no necesita por cierto de tales adminículos para ser creído; y puede más bien, al recurrir a ellos, introducir la duda en el ánimo de sus oyentes. MANUAL DE GOOGLE DRIVE.pdf - Google Drive. Y como puede suceder que las excusas, o cualesquiera otros accidentes que no puedan preverse, vengan a producir este resultado, deberá invitarse siempre mayor número de caballeros que de señoras. 4 — El estudio de la gramática es, por tanto, indispensable a todas las personas que aspiran a poseer una buena educación, las cuales procurarán adquirir, por lo menos, aquellos conocimientos que basten para hablar con propiedad, y para conocer los giros del idioma que sirven para expresar más claramente cada idea. WebDatos Bibliográficos Titulo: Manual de Carreño “urbanidad y buenas maneras” Capítulos: Deberes morales del hombre: “3 Capítulos Manual de urbanidad y buenas maneras: “6 … Es imposible por otra parte, que seamos servidos con exactitud, y sobre todo con aseo por personas que se acostumbren a vivir en el desorden, y a despreciar, en lo que personalmente les concierne, aquellas reglas que han de aplicar en nuestro servicio. Esta regla debe ser más estrictamente observada por las señoras, por cuanto no siendo en ellas decoroso que esperen, como los hombres, el inmediato entreacto o intervalo para penetrar hasta sus asientos, su llegada después de principiada la función, habría de molestar siempre a los circunstantes. <>/ExtGState<>/XObject<>/ProcSet[/PDF/Text/ImageB/ImageC/ImageI] >>/MediaBox[ 0 0 595.32 842.04] /Contents 4 0 R/Group<>/Tabs/S/StructParents 0>> Nessuna recensione trovata nei soliti posti. II De la correspondencia epistolar 1 — Siempre que tenemos que comunicarnos con una persona a quien no podemos dirigirnos verbalmente, ya sea para cumplir con alguno de los deberes de la amistad, ya para tratar sobre algún negocio, ocurrimos al medio de transmitirle por escrito nuestras ideas. endobj 5 — Si hay discursos, éstos se dirán en el cementerio. Mas aquellas que forman el ceremonial de la etiqueta propiamente dicha, ofrecen gran variedad, según lo que está admitido en cada pueblo para comunicar gravedad y tono a los diversos actos de la vida social. F De la atención que debemos a la conversación de los demás 1 — Presentemos una completa atención a la persona que lleve la palabra en una conversación general, y a la que nos hable particularmente a nosotros, dirigiendo siempre nuestra vista a la suya, y no apartándola sino en aquellas breves pausas que sirven de natural descanso al razonamiento. II Deberes con nuestra patria. sustancias colorantes, los cuales, a más de dejar duraderas manchas, producen mal olor, y en su evaporación obran directamente contra la salud. D De las presentaciones por cartas 1 — Cuando al ausentarse un amigo nuestro, nos vemos en el caso de introducirle al conocimiento de otro amigo que reside en el lugar adonde aquél se dirige, le damos con este objeto una carta, que conduce él mismo, en la cual va contenida la presentación que de él hacemos. ¡Cuánto cuidado en sus alimentos, cuánta solicitud y esmero en todos los actos de su existencia física y moral, por fundar desde entonces a su querida prole una salud robusta y sana, una vida sin dolores! Mas téngase presente que la discreción aconseja esperar para esto a descubrir en los demás cierta disposición a prescindir de aquella ceremonia, y que la etiqueta prescribe que, sin un motivo justificado, no sea nunca el inferior el que se anticipe a dirigir la palabra al superior. E De las dos diferentes formas de visitas 1 — Las visitas pueden ser en persona o por tarjeta. Manual completo de Buenas Costumbres y Modales de Manuel Antonio Carreño. endobj 8 — La variedad en nuestras horas de comer, en las de acostarnos y levantarnos, en las de permanecer en la casa y fuera de ella, y consiguientemente en las de recibir, molesta a nuestra propia familia, a las personas que con nosotros tienen que tratar de negocios, y aun a los amigos que vienen a visitarnos. 2 0 obj endobj Una visita en persona es aquella que hacemos presentándonos en la casa del que ha de recibirla, ya sea que lleguemos a verle, ya sea que le dejemos nuestra tarjeta, y una visita por tarjeta, la que hacemos limitándonos a enviar ésta desde nuestra residencia. 3 — El que por un accidente cualquiera de la vida doméstica se encuentra alguna vez desagradado, y es sorprendido en estos momentos por una visita, puede fácilmente sobreponerse a la alteración de su ánimo y presentarse con semblante sereno y afable; pero si la discordia interior devora constantemente su corazón y le ha hecho habituales sus crueles impresiones, imposible le será componer repentinamente su rostro y suavizar toda su exterioridad, para aparecer con aquel aire de tranquilidad y contento que es la primera señal de buena acogida que ha de darse a los extraños. Y respecto de un simple saludo entre personas así presentadas, en cualquier lugar en que se encuentren, el inferior no podrá dirigirlo nunca al superior, ni el caballero a la señora, sin ser autorizado para ello con una mirada. Get instant access to all your favorite books. stream El Manual de Google Drive – Parte 1: DESDE EL NAVEGADOR contiene temas … III Del aseo en nuestros vestidos. <>>> Si todos somos mal educados, irrespetuosos, egoístas y, en vez de ayudar, maltratamos a nuestros semejantes sin consideración a su edad y condición, y pretendemos siempre para nosotros el primer puesto o la mejor tajada, si cedemos fácilmente a los arranques de la ira o del mal genio, o perturbarnos, sin importarnos nada la tranquilidad, el silencio, el reposo o el sueño a que los demás tienen también derecho, si injerimos, denigrarnos y humillarnos a los otros como si fuéramos los amos del mundo, no seremos dignos de vivir en una sociedad civilizada y merecemos la universal reprobación. Manual de urbanidad y buenas maneras Llamase urbanidad al conjunto de reglas que tenemos que observar para comunicar dignidad, decoro y elegancia a nuestras acciones y palabras, y para manifestar a los demás1a benevolencia, atención y respeto que les son debidos. 6 — No nos acerquemos nunca a un lugar donde existan descubiertas prendas o dinero. Capítulo 6 diferentes aplicaciones de la urbanidad I De los deberes respectivos 1 — Las personas entre quienes existen relaciones especiales, ya sean accidentales o permanentes, se deben respectivamente ciertas consideraciones también especiales; y aunque sobre este punto se encuentren nociones suficientes en los principios generales de moral, civilidad y etiqueta contenidos en esta obra, no hemos creído superfluo el presentar aquí algunas reglas particulares que fijen de una manera más determinada y concreta el carácter de estas consideraciones. do estar fuera de ella. Esta obra contiene lecciones y consejos sobre cómo deben comportarse las personas en lugares públicos y … 12. ���� JFIF � � �� C 4— Siempre que hayamos de acompañar en tales casos a nuestros parientes y amigos, observemos una conducta que sea enteramente propia de las circunstancias, manifestando en todos nuestros actos que respetamos su situación y tomamos parte en su sentimiento. 3 — Cuando vivimos en medio de este desorden, perdemos miserablemente el tiempo en buscar los objetos que necesitamos, los cuales no podemos hallar nunca prontamente; y nos vemos además en embarazos y conflictos cada vez que se nos reclama una prenda, un libro, un papel que se nos ha confiado, y que a veces no llegamos a descubrir por más que se encuentre en nuestro mismo aposento. El Manual de urbanidad y buenas maneras, conocido popularmente como Manual de Carreño, fue escrito por el venezolano Manuel Antonio Carreño en … 3 — En los intermedios del baile, los dueños de la cesa harán circular entre las señoras, por medio de sus sirvientes, aquellos refrescos que hayan preparado para obsequiarías durante el tiempo que precede a la cena: y en el primer intermedio, instarán a los caballeros a tomarlos por sí mismos en todo el curso de la reunión, indicándoles desde luego la pieza en donde se hallan. Cuando pensamos en el amor de una madre, en vano buscamos las palabras con que pudiera pintarse dignamente este afecto incomprensible, de extensión infinita, de intensidad inexplicable, de inspiración divina; y tenemos que remontarnos en alas del más puro entusiasmo hasta encontrar a María al pie de la cruz, ofreciendo en medio de aquella sangrienta escena el cuadro más perfecto y más patético del amor materno. 5 — Como según las reglas anteriormente establecidas, debemos permanecer en nuestra casa decentemente vestidos, y a las horas de recibo en un traje propio para recibir toda especie de visitas y como nuestra sala debe estar siempre perfectamente arreglada, de modo que no sea necesario prepararla ocasionalmente al anunciársenos una visita, es de todo punto innecesario que las señoras, como ha solido acostumbrarse, se pasen recado pidiéndose permiso para visitarse en señaladas horas. 6 — Nuestras pisadas deben ser suaves, y nuestros pasos proporcionados a nuestra estatura. 5 — Asimismo, vivimos expuestos a sufrir negativas y sonrojos, pues las personas que conocen nuestra informalidad evitarán confiarnos ninguna cosa que estimen, y es seguro que no pondrán en nuestras manos un documento importante, ni objeto alguno cuyo extravío pudiera traerles consecuencias desagradables. 9 — Los muebles y demás objetos que se encuentren en nuestro aposento, deben estar siempre ordenados y dispuestos de manera que hagan una vista agradable; nuestra cama, constantemente vestida y arreglada, nuestra ropa guardada, y la que no pueda estarlo, acomodada en la mejor forma posible y los enseres que sirvan a nuestro aseo y deban estar visibles, colocados en aquellos lugares en que puedan ser menos notados por las personas que hayan de penetrar hasta nuestro dormitorio. 1 — Los parientes y los amigos más inmediatos del difunto, son los que generalmente acompañan a los doloridos cuando se dirigen al templo. ¡Sí!, allí está representado este sentimiento como él es, allí está divinizado; y allí está consagrado el primero de los títulos que hacen de la mujer un objeto tan digno y le dan tanto derecho a La consideración del hombre! 4 — En la caravana de automóviles que acompaña a la carroza irán en el primer carro las personas más allegadas al difunto que son las que arrastran el duelo acompañadas por el edecán del Presidente de la República, si es que éste se ha hecho representar en el acto. Si la diversidad de caracteres, inclinaciones y costumbres, hace nacer a cada paso motivos de desavenencia en el trato con los extraños, con quienes tan sólo nos reunimos ocasionalmente, ¿qué será en el trato con nuestra familia, con la cual vivimos en un constante e inmediato contacto? Pero es tal el atractivo de la cortesía, y son tantas las conveniencias que de ella resultan a la sociedad, que nos sentimos siempre más dispuestos a tolerar la fatigante conducta del hombre excesivamente ceremonioso, que los desmanes del hombre incivil, y las indiscreciones y desacierto por ignorancia nos fastidia a cada paso con actos de extemporánea y ridícula familiaridad. Nada hay más repugnante que la exageración de la etiqueta, cuando debemos entregarnos a la más cordial efusión de nuestros sentimientos; y como por otra parte esta exageración viene a ser, según ya lo veremos, una regla de conducta para los casos en que nos importa cortar una relación claro es que no podemos acostumbrarnos a ella, a sin alejar también de nosotros a las personas que tienen derecho a nuestra amistad. Sólo las personas ordinarias asientan fuertemente los pies en el suelo, y forman grandes trancos para caminar. Gravedad en. 2 — Cuando la comida es para más personas de las que caben cómodamente en nuestra mesa se puede invitar a una comida de buffet, en cuyo caso cada invitado se sirve a sí mismo lo que apetece de las diversas fuentes colocadas en la mesa. Dase este nombre al ceremonial de los usos, estilos y costumbres que se observan en las reuniones de carácter elevado y serio, y en aquellos actos cuya solemnidad excluye absolutamente todos los grados de la familiaridad y la confianza. Esta es una regla inflexible para toda persona que no quiera ofender a sus semejantes. Y el que no tiene adquirida tal reputación, en vano buscará en las formas el medio de comunicar fuerza de verdad a sus palabras. 3 — Luego que estemos en disposición de presentamos en la sala de recibo, nos dirigiremos a la persona que nos aguarda, la saludaremos cortés o afablemente, y la conduciremos al asiento que sea para ella más cómodo. 5 — Por medio de un atento estudio de las reglas de la urbanidad, y por el contacto con las personas cultas y bien educadas, llegamos a adquirir lo que especialmente se llama buenas maneras o buenos modales 6 — La etiqueta es una parte esencialísima de la urbanidad. MANUAL CELULARES-USUARIO.docx. 8 — En las funciones en que los asientos sean comunes, los caballeros deben ceder siempre los mejores puestos a las señoras, y los inferiores cederlos a los superiores. Al hace CLIC en este menú nos muestra los archivos o carpetas más … Le recordamos que este libro ha sido prestado. Lo mismo se entiende respecto de la visita que debemos a la persona a quien hemos sido presentados por una carta cuando ella se anticipa a venir a nuestro alojamiento sin haber recibido nuestra visita de presentación F Del modo de conducirnos cuando hacemos visitas 1 — Al penetrar en una casa, si no encontramos un portero u otra persona cualquiera a quien dirigirnos desde luego, llamaremos a la puerta; teniendo presente que aun en este acto, al parecer demasiado sencillo y de ninguna importancia, se manifiesta el grado de delicadeza y de cultura que se posee. cuidemos de que las camas no estén jamás a la vista. <> 2 — No es admisible el uso de ofrecerse indistintamente a los que ocupan las casas inmediatas a aquella que se entra a habitar; pues de esta manera o han de cultivarse relaciones que pueden ser inconvenientes, o se contrae la enemistad de aquellas personas cuyo trato se abandone después de haberlas conocido. Todos deben estar brillantes siempre. 9 — En cuanto a los animales, debemos observar que no es necesario que salgan a las ventanas o a la calle para que molesten a nuestros vecinos. 5 — La limpieza del piso contribuye en gran manera al lucimiento de los edificios, a la conservación de los muebles, y a ahuyentar los insectos y reptiles cuya presencia es casi siempre un signo de suciedad y de incuria. 6 — Jamás empleemos la sátira, y mucho menos la ironía, para reprender a nuestros domésticos, pues por ese medio no conseguiremos nunca llegar a corregir sus defectos. 2 — La narración debe ser espiritual y animada, para que no decaiga ni se entibie el interés de los oyentes; empleándose en ella cierto ingenioso y discreto artificio, de manera que los hechos que se refieren se representen vivamente a la imaginación. 7 0 obj 15 — Acostumbrémonos, pues, a proceder con método en todas nuestras operaciones, sobre todo en los trabajos mentales, los cuales ordenaremos de modo que no se confundan unos con otros; principiando nuestros estudios por las materias más elementales y menos difíciles, destinando horas diferentes para los de diferente naturaleza, buscando los medios de adquirir conocimientos con el menor empleo de tiempo que sea posible, y no recargándonos nunca con más estudios que aquellos que podamos hacer con un sólido provecho y sin fatigar nuestro entendimiento. 5 0 obj Mas en ningún caso debe perderse de vista un solo instante que la descripción que se haga no es el asunto principal del discurso, y que ella no debe ir nunca más allá de la necesidad de ilustrar la atención de los oyentes. La multitud de cumplidos que hacemos a cada paso, aún a las personas de nuestra más íntima confianza, con los cuales no les proporcionamos ninguna ventaja de importancia, y de cuya omisión no se les seguiría ninguna incomodidad notable, son otras tantas ceremonias de la etiqueta, usadas entre las personas cultas y civilizadas de todos los países. 7 — No permitiremos que nuestro huésped haga ningún gasto para su manutención. WebPrecio el publicado (si tiene dudas preguntar)- Libro en formato digital PDF, EPUB o Mobi (El numero de paginas puede variar según el formato elegido)- MANUAL DE CARREÑO … 4 — Cuando al llegar un caballero encontrase que su asiento ha sido ocupado por una señora, deberá suponer que tal cosa no ha podido suceder sino por una equivocación, y renunciará enteramente y en silencio a su derecho. Y como nuestros hábitos en sociedad no serán otros que los que contraigamos en el seno de la vida doméstica, que es el teatro de todos nuestros ensayos, imposible será que consigamos llegar a ser metódicos y exactos, si no cuidamos de poner orden a todas nuestras operaciones en nuestra propia casa. 5 — Cuando no estando solos, nos ocurra toser o estornudar, apliquemos el pañuelo a la boca, a fin de impedir que se impregne de nuestro aliento el aire que aspiran las personas que nos rodean; y aun volvámonos siempre a un lado, pues de ninguna manera está admitido ejecutar estos actos con el frente hacia nadie. ¿Y si debemos ser tolerantes con los extraños, así por urbanidad como por la conservación del bien precio de la paz, con cuanta más razón no deberemos serlo para con las personas de nuestra familia, en quienes no podemos suponer jamás la dañada intención de ofendernos? WebReport "Carreño - Manual de urbanidad y buenas maneras. Si debemos ser indulgentes y benévolos para con aquellos que desde la niñez se han nutrido con los más elevados principios, y a los cuales estos principios y el inmediato contacto con las personas cultas obligan a un proceder recto y delicado con mayor razón deberemos serio para con aquellos que no han podido recibir una educación esmerada. <> Las primeras, como emanadas directamente de los principios morales, tienen un carácter fundamental e inmutable; las últimas no alteran en nada el deber que tenemos de ser bondadosos y complacientes, y pueden por lo tanto estar, como están en efecto, sujetas a la índole, a las inclinaciones y aun a los caprichos de cada pueblo. 5— La puntual observancia de estas reglas ahorrará a las personas que sufren por la pérdida de un ser querido, el tormento de ver en su casa, en los momentos más terribles de su dolor, una reunión numerosa y llena de indolencia que conversa, ríe y celebra los chistes de cada cual, y que ofrece el chocante y horrible contraste de la alegría y los placeres de la mesa, dentro de un recinto enlutado y tétrico, en medio de una familia llorosa y desconsolada, y a veces aun al lado de un cadáver. 4 — Tengamos como una regla general, el servirnos por nosotros mismos en todo aquello en que no necesitamos del auxilio de los criados o de las de. 11 — Llevemos siempre una cuenta exacta en que aparezcan nuestras deudas, nuestras acreencias y nuestros gastos; y no veamos llegar jamás con tranquilidad el vencimiento de un plazo en que debamos pagar alguna cantidad, si no tenemos los medios de desempeñarnos. WebCompendio Del Manual De Urbanidad Y Buenas Maneras - Ebook written by Manuel Antonio Carreño. Listen … V Del aseo con los demás………..Página10, 11, 12, 13, 14 y 15. WebAcademia.edu is a platform for academics to share research papers. relaciones domésticas. 4 — Siempre que en sociedad nos encontremos de pie, mantengamos el cuerpo recto, sin descansarlo nunca de un lado, especialmente cuando hablemos con alguna persona. 4 — Las personas de una misma familia que se encuentran desacordadas no pueden jamás recibir dignamente a una visita. Sign in Desde el momento en que el hombre no es dueño de corregir sus defectos, la caridad nos prohíbe recordárselos con el solo objeto de mortificarles. 6 — Las personas que concurren habitualmente a una- tertulia, están en libertad de permanecer en ella todo el tiempo a que generalmente se extienda, sea cual fuere. puede considerarse cuán corteses no deberán ser los términos que se empleen para hacerlo a presencia de una asamblea, donde toda palabra ofensiva causarla una sensación profundamente desagradable, no sólo a la persona a quien se dirigiese, sino a la misma asamblea. Capítulo 3 Del modo de conducirnos dentro de la casa I Del método, considerado como parte de la buena educación, II Del acto de acostarnos, y de nuestros deberes durante la noche, III Del acto de levantarnos, IV Del vestido que debemos usar dentro de la casa, V Del arreglo interior de la casa, VI De la paz doméstica, VII Del modo de conducirnos con nuestra familia, VIII Del modo de conducirnos con nuestros domésticos, IX Del modo de conducirnos con nuestros vecinos, X Del modo de conducirnos cuando estamos hospedados en casa ajena Índice, XI De los deberes de la hospitalidad, XII Reglas diversas…………Página 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30, 31 y 32 Capítulo 4 Del modo de conducirnos en diferentes lugares fuera de nuestra casa I Del modo de conducirnos en la calle. 6__ Las visitas que recibimos en la sala deben encontrarnos en un traje decente y adecuado a la categoría y a las demás circunstancias de las personas que vienen a nuestra casa. 3 — Las presentaciones por carta están sujetas a todas las reglas de este artículo que a ellas son aplicables; así es que, para hacerlas, no menos que para exigirías, deberán tenerse presentes las mismas consideraciones y los mismos requisitos que quedan expresados. 2 — Las visitas son indispensables para el cultivo de la amistad, pues por medio de ellas manifestamos a nuestros amigos, de la manera más evidente y expresiva, cuán grato es para nosotros verlos y tratarlos, así como la parte que tomamos en sus placeres, en sus conflictos y en sus desgracias, y el agradecimiento que nos inspiran sus atenciones y servicios. más personas con quienes vivimos; y no olvidemos que la delicadeza nos prohíbe especialmente ocurrir a manos ajenas, para practicar cualquiera de las operaciones necesarias al aseo de nuestra persona. 3 — Por lo mismo que la diferente naturaleza y el diferente género de vida de uno y otro sexo han de producir estas diferentes propiedades en los modales exteriores, la mujer cuidará de precaverse de aquella excesiva suavidad que degenera en ridícula timidez o rústico encogimiento, y el hombre de aquel excesivo desembarazo que comunica a su persona un aire vulgar y desenvuelto. Pero ¿podrá acaso llegar nunca a recompensarles todo lo que les debe?, ¿qué podrá hacer que le descargue de la inmensa deuda de gratitud que para con ellos tiene contraída? Así como el método es necesario a nuestro espíritu, para disponer las ideas, los juicios y los razonamientos, de la misma manera nos es indispensable para arreglar todos los actos de la vida social, de modo que en ellos haya orden y exactitud, que podamos aprovechar el tiempo, y que no nos hagamos molestos a los demás con las continuas faltas e informalidades que ofrece la conducta del hombre desordenado. ¡Cuántos son entonces sus padecimientos físicos, cuántas sus privaciones por conservar la vida del hijo que la naturaleza ha identificado con su propio ser, y a quien ya ama con extremo antes de que sus ojos le hayan visto! Este podrá muchas veces verse obligado a quedarse a solas con su conciencia y a aplazar el juicio del público, sin arrojar por esto sobre su reputación una mancha indeleble; aquélla rara vez hará dudosa su conciencia, sin haber hecho también dudosa su justificación. Google non verifica le recensioni, ma controlla e rimuove i contenuti falsi quando vengono identificati. endobj No hay nada más agradable, cuando se tiene una gran fortuna, que poseer cuadros pintados por grandes maestros; pero si éste no es nuestro caso, podemos reemplazarlos por buenas reproducciones o finos grabados procurando que el tema de éstos no se oponga o choque al uso que se le da a la habitación en que se encuentra. 14. 3 0 obj 10.— Cuidemos de no hablar nunca tan recio que los demás puedan percibir distintamente lo que conversamos. $.' Los actos de benevolencia derraman en el alma un copioso raudal de tranquilidad y de dulzura, que, apagando el incendio de las pasiones, nos ahorra las heridas punzantes y atormentadoras de una conciencia impura, y nos prepara los innumerables goces con que nos brinda la benevolencia de los demás. que afectan o pueden afectar a los demás; pues sería grande incivilidad el excitar de algún modo el desaseo de los que nos rodean, no sólo con nuestras acciones, sino también con nuestras El baño se debe suprimir sólo en caso de enfermedades y por decreto médico, en cuyo caso éste indicará en qué forma se hará el aseo. el anciano, en el sacerdote, en el magistrado: suavidad y decoro en la señora: modestia y gentileza en la señorita: moderación y gallardía en el joven; afectación en nadie. Pero no se trata aquí de la sátira ‘cáustica y mordaz, que incendia y divide los ánimos y cierra las puertas a la razón y al convencimiento, sino de la sátira fina y delicada, que, dirigida a las cosas y nunca a las personas, aprovecha el elemento de la imaginación sin ofender el decoro del cuerpo ni la dignidad del hombre. 6 — De las aves pequeñas se deja el caparazón en el trinchero, y se sirven los cuartos y la pulpa, teniendo el cuidado de dividir aquéllos previamente por las articulaciones; pero de las aves grandes tan sólo se sirve la pulpa, dejando todo lo demás en el trinchero. 8 —La difusión en los discursos los hace pesados y fastidiosos, y molestando al auditorio, le distrae de la cuestión con perjuicio del mismo que la sostiene. 5 — Es además indispensable encadenar en lo posible los diversos temas de la conversación, de manera que, al pasar de uno a otro, el que se introduce tenga alguna relación con el que se abandona. 2 — Las señoras no pueden ser invitadas a festines sino por otras señoras, o por un caballero casado en unión de su esposa. 2 — Según esto, jamás llegará a ser excesivo el cuidado que pongamos en el modo de conducimos en la mesa, manifestando en todos nuestros actos aquella delicadeza, moderación y compostura que distinguen siempre en ella al hombre verdaderamente fino. 6 — Evitemos, en cuanto nos sea posible, el sonarnos cuando estemos en sociedad; y llegado el caso en que no podamos prescindir de hacerlo, procuremos que la delicadeza de nuestros movimientos debilite un tanto en los demás la sensación desagradable que naturalmente han de experimentar. Pero entre las presentaciones ocasionales verbales, y las que se hacen por medio de cartas, existe una notable diferencia que no debe jamás perderse de vista: las primeras, como se ha dicho, no dejan obligadas a las personas que por ellas se han puesto en comunicación, a darse por conocidas ni a saludarse en otra manera; mas no sucede lo mismo respecto de las segundas, las cuales, por su propia naturaleza, incluyen siempre la prestación de un servicio que recibe la persona presentada de aquella a quien se presenta, y está sola circunstancia constituye a la una en el deber de saludar a la otra donde quiera que la encuentre, y aun de manifestarle en todo tiempo su agradecimiento de un modo análogo a la entidad del servicio que haya recibido. 2 — La intolerancia para con los domésticos es tanto más injusta cuanto que en general son personas a quienes la ignorancia conduce a cada paso al error. En efecto, ¿quién sino Dios ha creado el mundo y gobierna, quién ha establecido y conserva es. Pero, ¿pueden acaso concebirse sensaciones más gratas, que aquellas que experimentamos en el ejercicio de estos deberes? 2 — El ataúd es cargado en hombros desde la capilla mortuoria a la carroza por los familiares masculinos o amigos más íntimos, o por personas especialmente contratadas. WebManual de carreño pdf para niños Un buen hijo se hace, no nace, ya que la primera educacion que el niño recibe es en el hogar, por medio de la imitacion. 5 — Antes de tomar asiento, cerciorémonos de que no lo hacemos en un puesto ajeno, pues nada debe ser más desagradable para un hombre delicado, que una reclamación justa de esta especie. Gretel Garcia, Eduardo Torrijos. 2 — Son visitas de negocios, todas las que se hacen con el exclusivo objeto de tratar sobre un negocio cualquiera, sin que sea necesario que medie ninguna amistad entre el visitante y el visitado. 8 — Cuándo recibimos estando en cama por alguna enfermedad leve, debemos cuidar especialmente nuestro aspecto y el de la ropa de cama. En algunos colegios venezolanos el “ Manual de Urbanidad y Buenas Costumbres ”, mejor … 9 — Establezcamos siempre cierto orden en la colocación de los muebles, de los libros y de cuantos objetos nos rodean. II Del aseo en nuestra persona 1 — El aseo en nuestra persona debe hacer un papel importante en nuestras diarias ocupaciones; y nunca dejaremos de destinarle la suma de tiempo que nos reclame, por grande que sea la entidad y el número de los negocios a que vivamos consagrados. VII Del modo de conducirnos en los viajes………. 10 — También debe ser objeto de nuestros cuidados el vestido que han de usar dentro de la casa los niños que nos pertenecen, no permitiendo jamás que permanezcan desnudos ni andrajosos. El que toma una de estas casas con tal objeto lo hace generalmente después de haber pasado por todos los quebrantos y sacrificios que trae consigo una enfermedad; y aun cuando así no sea, sus gastos han de aumentarse necesariamente, y siempre le serán gravosos los que se vea obligado a hacer para obsequiar a sus huéspedes. cuando se hacen de día, especialmente en días de trabajo, deben ser más cortas que cuando se hacen de noche. Files. La correspondencia mercantil tiene un estilo rápido, claro y conciso que le es enteramente peculiar, y que deben estudiar atentamente las personas que se dedican a la carrera de comercio. 6 — Cuando un caballero ha sido presentado ocasionalmente a una señora o señorita en un festín, puede comunicarse con ella en otro festín, sin necesidad de ser nuevamente presentado. 11 — Nada hay más repugnante que la exageración de la etiqueta, cuando debemos entregarnos a la más cordial efusión de nuestros sentimientos; y como por otra parte esta exageración viene a ser, según ya lo veremos, una regla de conducta para los casos en que nos importa cortar una relación claro es que no podemos acostumbrarnos a ella, a sin alejar también de nosotros a las personas que tienen derecho a nuestra amistad. 3 — Las exposiciones preliminares deben ser cortas, y contraerse exclusivamente a aquellas noticias que sean indispensables para la inteligencia de lo que va a referirse. 4—Las mujeres deben procurar no estar desaliñadas dentro de su casa ni aun para ejecutar los bores domésticos. Guardemos las cartas y los demás papeles que debamos conservar, por el orden de sus fechas, y con arreglo a todas las circunstancias que nos faciliten encontrar prontamente los que necesitamos; y jamás tengamos a la vista aquellas cartas, papeles u otros objetos que se hayan puesto en nuestras manos con la intención, expresa o conjeturable, de que nosotros nada más los veamos. 11. IV Del modo de conducirnos en los cuerpos colegiados. Ni el padre hace sentir innecesariamente al hijo la fuerza de su autoridad, ni el hijo abusa jamás de los derechos que le concede la amistad y el obsequioso cariño del padre. Dentro de nuestra propia casa pueden hacer un ruido tal que llegue a las casas inmediatas, cuyos moradores no están ciertamente en el deber de sufrir semejante incomodidad. Respecto del paso demasiado corto, ésta es una ridícula afectación, tan sólo propio de personas poco juiciosas. III De las visitas, 2 Basta dirigir una mirada al firmamento, o a cualquiera de las maravillas de la creación y contemplar instante los infinitos bienes y comodidades que frece la tierra, para concebir desde luego la sabiduría y grandeza de Dios, y todo lo que debemos amor, a su bondad y a su misericordia. En aquella hora suprema, en que ha de dar cuenta al Creador de todas sus acciones, los títulos de un buen hijo aplacarán la justicia divina y le alcanzarán misericordia. Referencia: 8. El amor propio ejerce en él un imperio tan absoluto; tenemos todos tal propensión a enfadarnos cuando nuestra habilidad queda vencida por la de los demás; nos impresiona tanto el ver desconcertados nuestros cálculos y combinaciones y perdidos nuestros esfuerzos; es tan natural, en fin, que nos sintamos contentos y satisfechos cuando salimos triunfantes, que si no poseemos aquel fondo de desprendimiento, generosidad y moderación que es inseparable de una buena educación, imposible será que dejemos de incurrir en la grave falta de aparecer mustios y mortificados en los reveses del juego, y de ofender la dignidad y el amor propio de nuestros contrarios, cuando los vencemos, manifestando entonces una pueril y ridícula alegría. VI Del modo de conducirnos en los establecimientos públicos. Capítulo 2 Deberes para con la sociedad I Deberes para con nuestros padres Los autores de nuestros días, los que recogieron y enjugaron nuestras primeras lágrimas, los que sobrellevaron. WebResumen de manual de urbanidad de Carreño. 5 — Los que moran en edificios cercanos entre sí deben considerarse, bajo muchos respectos sociales como si formasen una misma familia, y guardarse recíprocamente todos los miramientos que están fundados en la benevolencia y tienen por objeto principal el no ofender ni desagradar a aquellos con quienes se vive. 5 — Cuando nos encontremos en la sala de recibo al llegar una persona de visita, le ofreceremos siempre asiento inmediatamente después de haberle correspondido su saludo. Y respecto de nosotros, recibiremos sin duda en el Cielo el premio de nuestro sacrificio; porque nada puede ser más recomendable ante los ojos de Dios justiciero que ese sentimiento en extremo generoso y magnánimo, que nos hace preferir la salvación de la patria nuestra propia existencia. El cuarto de baño debe estar siempre inmaculadamente limpio. Puédase, no obstante, presentar un tema totalmente inconexo, 1.° cuando se sabe que la materia que ocupa a la sociedad, no puede menos de ser desagradable para algunos de los circunstantes; 2.°, cuando la conversación toma un giro que pueda conducirla a turbar la armonía o buen humor de la sociedad: 3,°, cuando el movimiento de la conversación es lento y pesado, necesitando por lo tanto la sociedad de otro tema cualquiera que despierte su interés; 4.°, cuando la sociedad divaga indiferentemente en materias de poca importancia: 5.°, cuando el tema que se presente sea tan interesante, que no dé lugar a extrañar su falta de relación con el que se abandona. 3 — La urbanidad exige que manifestemos tomar un perfecto interés en la conversación de los demás, aun cuando no nos sintamos naturalmente movidos a ello. III Deberes para con nuestros semejantes………………………………. Manual De Carreno Para Ninos. Despreciándose de este modo a los actores, se hace naturalmente una ofensa a aquellos que los han considerado dignos de su atención. Y téngase presente que estas consideraciones deben obrar en nuestro ánimo para retraernos, no sólo de ir a habitar en las casas de nuestros amigos convalecientes, sino de hacerles visitas a horas en que 1os pongamos en el caso de sentarnos a su mesa. WebManual De Carreño Pdf by Yocelin Alvarado Manual de carreño Etica 10-A Docente: Braulio Andrade Read the publication Manual de Carreño DOCENTE: Braulio Andrade. Mas como debe suponerse que el que escribe tiene más tiempo que el que conversa para escoger las palabras y las frases, y expresar las ideas del modo más propio y más ajustado a las reglas gramaticales, el estilo en las cartas deberá ser siempre más correcto que en la conversación. Las cartas toman desde luego su nombre de la misma naturaleza de las presentaciones, y se llaman cartas de presentación especial y cartas de presentación ocasional. Cuando el visitante sea un sujeto muy respetable o una señora, el. El hombre malévolo, el irrespetuoso, el que publica las ajenas flaquezas, el que cede fácilmente a los arranques de la ira, no sólo vive privado de tan gratas emociones y expuesto a cada paso a los furores de la venganza, sino que, devorado por los remordimientos, de que ningún mortal puede 4 — Es claro, pues que, sin la observancia de estas reglas, más o menos perfectas, según el grado de civilización de cada país, los hombres no podrían inspirarse ninguna especie de amor ni estimación; no habría medio de cultivar la sociabilidad, que es el principio de la conservación y progreso de los pueblos; y la existencia de toda sociedad bien ordenada vendría por consiguiente a ser de todo punto imposible. 3 — Para los casos en que se ha de viajar en un carruaje público es enteramente excusada la recomendación del párrafo 1, por cuanto no esperándose entonces por ningún pasajero, cada cual tendrá el cuidado de acudir oportunamente a tomar su asiento. Ellas nos enseñan a ser, metódicos y exactos en el cumplimiento de nuestros deberes sociales; y a dirigir nuestra conducta de manera que a nadie causemos mortificación o disgusto; a tolerar los caprichos y debilidades de los hombres; a ser atentos, afables y complacientes, sacrificando, cada vez que sea necesario y posible, nuestros gustos y comodidades a los ajenos gustos y comodidades; a tener limpieza y compostura en nuestras personas, para fomentar nuestra propia estimación y merecer la de los demás; y a adquirir, en suma, aquel tacto fino y delicado que nos hace capaces de apreciar en sociedad todas las circunstancias y proceder con arreglo a lo que cada una exige. Capítulo 3: Del modo de conducirnos dentro de la casa I Del método, considerado como parte de la buena educación 1 — Así como el método es necesario a nuestro espíritu, para disponer las ideas, los juicios y los razonamientos, de la misma manera nos es indispensable para arreglar todos los actos de la vida social, de modo que en ellos haya orden y exactitud, que podamos aprovechar el tiempo, y que no nos hagamos molestos a los demás con las continuas faltas e informalidades que ofrece la conducta del hombre desordenado. stream 6 — Se dice que la calidad de las pinturas que cuelgan en las paredes dan idea clara de la categoría de una casa y del buen o mal gusto de sus dueños. Capítulo 3 De los deberes para con nosotros mismos…….. Página 6 y 7 Manuel de urbanidad y buenas maneras………………Página 7 Capítulo 1 Principios generales……………………. Muertos nosotros en defensa de la sociedad en que hemos nacido, ahí quedan nuestras queridas familias y tantos inocentes a quienes habremos salvado, n cuyos pechos, inflamados de gratitud, dejaremos un recuerdo imperecedero que se irá transmitiendo de generación en generación ahí queda la historia de nuestro país, que inscribirá nuestros nombres en el catálogo de sus bienhechores: ahí queda a nuestros descendientes y a nuestros conciudadanos todos, un noble ejemplo que imitar y que aumentará los recuerdos que hacen tan querido el suelo natal. 3 — Las cintas en número de ocho son llevadas por las personas más caracterizadas oficial o socialmente y son solicitadas por los familiares, o designadas por el protocolo en caso de personajes oficiales, Las cintas se llevan de la capilla mortuoria a la carroza y llegando al cementerio se cambian los portadores de ellas de la carroza al mausoleo o nicho donde se efectuará el entierro. Concluyamos, pues, el capítulo de los deberes para con Dios, recomendando el respeto a los sacerdotes, como una manifestación de nuestro respeto a Dios mismo, y como un signo inequívoco de una buena educación moral, y religiosa. A veces es imposible tomar un conocimiento exacto de los sucesos, sin tener por lo menos una ligera idea de los usos o costumbres de un pueblo, del carácter o fisonomía de una persona, de la disposición en que estaban ordenados ciertos objetos, de la topografía de un lugar, de la vista de una ciudad, de un campo, de un sembrado, etc., etc. x����n�@��H��Y��Ü��HQ$�⺊�4��DYǡ^8�. 3— El vestido que usamos además de limpio y sin ajaduras debe estar de acuerdo con la hora y la ocasión en que nos encontramos. WebManual de Carreño. Bienvenidos al Manual de Carreño. <> Reviews aren't … INSTRUCTIVO CIRCULAR 3-93 v1.docx. %���� El padre cuida de su esposa con más ternura que nunca, vive preocupado de los peligros que la rodean, la acompaña en sus privaciones, la consuela en sus sufrimientos, y se entrega con ella a velar por el dulce fruto de su amor. XI Del modo de conducirnos en los establecimientos públicos 1__En las oficinas establecidas para la administración de los negocios públicos, no se entra jamás sino con objetos propios de sus respectivas atribuciones, ni se penetra a otros lugares que los destinados a dar audiencia, ni se ejecuta ningún acto contrario a la policía del local, aun cuando no haya de incurrirse por esto en ninguna pena. 7 — Aparte de los adornos de lujo, y el mayor esmero que ponemos siempre en nuestro aliño, y compostura para salir de nuestra casa, para recibir en ella visitas de etiqueta, puede establecerse que en lo general debemos recibir en el mismo traje en que visitamos. 4___ Guardémonos de tocar nunca fuertemente a la puerta de una casa donde sepamos que hay un enfermo de gravedad. Su finura depende de las posibilidades económicas de las personas, no así su gracia y limpieza. II Del modo de conducirnos en el templo. ¡Cuántos son entonces sus padecimientos físicos, cuántas sus privaciones por conservar la vida del hijo que la naturaleza ha identificado con su propio ser, y a quien ya ama con extremo antes de que sus ojos le hayan visto! gratuitamente para uso exclusivamente educacional. 6 — Cuando no somos metódicos, la casa que habitamos no está nunca perfectamente aseada; porque los trastos desarreglados no pueden desempolvarse fácilmente, y el mismo esparcimiento en que se encuentran impide la limpieza y el despejo de las habitaciones. 9 — Durante la residencia de un amigo en nuestra casa evitemos el invitar a nuestra mesa a personas que le sean enteramente desconocidas, con los cuales no sea oportuno ponerle en relación, y sobre todo a aquellas que con él se encuentren desacordadas; a menos que respecto a estas últimas, y las reglas que expondremos más adelante, nos sea licito aprovechar esta coyuntura para promover una decorosa reconciliación. 3 — Los movimientos del cuerpo deben ser naturales y propios de la edad, del sexo y de las demás circunstancias de cada persona. 3 — Cuando un extranjero recién llegado al país venga a habitar en los contornos de nuestra casa, y siendo nuestra posición social y todas nuestras circunstancias personales análogas a las suyas, creamos que podemos servirle de alguna utilidad o deseemos adquirir su amistad, nos está permitido ofrecérnosle, aunque no haya conocimiento anterior. 2 — Nuestro peso no debe ser ordinariamente ni muy lento ni muy precipitado; pero es lícito a los hombres de negocios acelerarlo un poco en las horas de trabajo. Read this book using Google Play Books app on your PC, android, iOS devices. 8 — Cuando nos encontremos en una fonda o restaurante, jamás paguemos lo que se haya servido a una persona con quien no tengamos amistad, pues esto, lejos de ser un obsequio, es un acto incivil y hasta cierto punto ofensivo. Cuando no haya más que hombres apena será tolerable el cubrirse durante los intervalos. 3 — Los toques a la puerta se repetirán, con intervalos que no sean muy cortos, hasta advertir que sí han oído; y las personas que se encuentren en el caso del párrafo anterior, darán a estos intervalos una duración algo mayor. 5 — Al sentarnos, hagámoslo con suavidad y delicadeza, de modo que no caigamos de golpe y violentamente sobre el asiento; y después que estemos sentados, conservemos una actitud natural y desembarazada, sin echar jamás los brazos por detrás del respaldo del asiento ni reclinar en él la cabeza, sin estirar las piernas ni recogerlas demasiado, y sin dar al cuerpo otros movimientos que aquellos que son propios de la conversación, según las reglas sobre ella establecidas. Expliquémosles nuestras aficiones y necesidades y seguramente nuestra casa será un local bello, atrayente y sobre todo cómodo para vivir nosotros y recibir amigos. El aseo contribuye poderosamente a la conservación de la salud, porque mantiene siempre en estado de pureza el aire que respiramos, y porque despojamos nuestro cutis de toda parte extraña que embarace la transpiración, favorece la evaporación de los malos humores, causa y fomento de un gran número de nuestras enfermedades. Nada hay más desagradable y fatigante que un preámbulo difuso y minucioso, cuando se aguarda con interés o curiosidad el asunto principal de la narración. V De la mesa A De la mesa en general 1 — La mesa es uno de los lugares donde más clara y prontamente se revela el grado de educación y de cultura de una persona, por cuanto son tantas y de naturaleza tan severa, y sobre todo tan fáciles de quebrantarse, las reglas y las prohibiciones a que está sometida. 2 —Si examinamos una casa en todas sus interioridades, y encontramos que no hay en ella ningún lugar en que no se halle impreso el sello del orden, del método y de la elegancia, podemos desde luego asegurar que sus habitadores son personas finas y bien educadas. %PDF-1.5 X Del modo de conducirnos cuando estamos hospedados en casa ajena 1 — Evitemos, en cuanto nos sea posible, el hospedarnos en las casas de nuestros amigos, especialmente de aquellos a quienes hayamos de ser molestos o gravosos, ya por la escasez de su fortuna, que los tendrá quizá reducidos a necesidades interiores, de que siempre es mortificante se impongan los extraños; ya porque esta misma escasez no les permita obsequiarnos debidamente sin hacer algún sacrificio; ya en fin, porque no teniendo aposentos desocupados, hayan de desacomodarse ellos mismos para darnos alojamiento. El Manual de Urbanidad escrito por Manuel Antonio Carreño en 1853, es … 7 — Respecto de aquellas personas que frecuentan unas mismas tertulias, o visitan a unos mismos amigos, no llega a suceder que sean presentadas muchas veces ocasionalmente unas a otras; ya porque la comunidad de sus amistades. 2 — Cuando la persona que flama a la puerta debe, por su posición social u otras circunstancias, tributar un especial respeto a los dueños de la casa, tocará siempre con poca fuerza, sea cual fuere el grado de amistad que con ellos tenga. ... Hiziyuka roja … 6 — El visitado puede invitar al visitante, como una muestra de obsequiosa consideración, a sentarse a su lado y a su derecha, más si éste, con arreglo a lo prescrito en el párrafo 12 dela página 271, rehusase tomar la derecha, le invitará precisamente a ello por una segunda vez. 3 —Por lo mismo que en el día de la función religiosa se renueva el dolor de la familia del difunto, es natural que algunos de sus parientes y amigos más inmediatos le hagan compañía. 7 — Cuando un caballero reciba a varias señoras, no se sentará en una misma línea con ellas, sino que, colocándolas en los asientos principales, se situará en un lugar desde el cual puede dirigir a todas las palabras, sin necesidad de volverse para ello a uno u otro lado. 3 — Estos cuidados se hacen extensivos a nuestros vecinos; y son más o menos obligatorios, según el grado de conflicto en que se hallan, y según que su comportamiento para con nosotros les haya dado más o menos títulos a nuestra consideración y a nuestro aprecio. informe de frutas en almíbar pdf, gastroenterología especialidad, quien produce la cerveza heineken, fiesta patronal de ayacucho, basset hound precio en lima, computrabajo lurigancho chosica, instrumentación industrial tecsup pdf, organizacion de sectores, banana antes o después de entrenar, que logramos con la empleabilidad, clasificación de los alimentos para sexto de primaria, como ofrecer un celular a un cliente, ingeniería geológica malla curricular unmsm, fuentes no renovables ejemplos, modelo de carta notarial por ocupante precario, primas de seguros ejemplos, 4 tipos de receptores farmacológicos, fractura de la tuberosidad del maxilar, dinámica de grupos: técnicas y tácticas, cual es la gran ciudad que habla apocalipsis, introducción a la química resumen, calentamiento global y efecto invernadero, camiseta de alianza lima 2022 para niños, compromiso para el cuidado y proteccion de los animales, conceptos matemáticos básicos primaria pdf, ejemplo de cadena productiva de la leche, ugel 01 encargatura 2023, universidad ricardo palma pensiones, personajes que mueren en stranger things 3, sistema de intercambio de alimentos argentina, investigadores peruanos actuales, sesión de aprendizaje sobre el discurso secundaria, temario upc medicina 2023, habilidades duras de un abogado, agua san luis 625 ml precio makro, universidad católica sedes sapientiae sedes, tipos de manzanas en francia, piedra negra sobre piedra blanca pertenece al poemario, experiencia de aprendizaje de inicial 2022, vivienda multifamiliar ejemplos, upc telefono atención al alumno, ficha de salud onpe 2022, fauna de la provincia de espinar, noticia de un secuestro serie donde ver, qué relación tiene la filosofía con la ética, libro de derecho internacional público, proyecto las magnolias miraflores, formula de función inversa, fisiología humana tresguerres pdf, como llegaron los alemanes a pozuzo, chalecos de seguridad personalizados, plan de estudios contabilidad unsa, polos de stranger things para mujer, shihuahuaco madera nombre científico, teoría de la resistencia henry giroux ejemplos, trabajos más demandados en estados unidos, recorriendo mi comunidad: buscando tiendas, mercados y ferias cercanas, voluntariado en tarapoto, atractivos naturales de perú, caso clínico adulto mayor pdf, flora de los humedales de santa rosa, reglamento académico unh 2021, como limpiar un parabrisas grasoso por dentro, conclusión de las clases presenciales, plancha para estampar polos precio, partes del sistema muscular, seguimiento de pedido falabella perú, venta de casa villa florencia trujillo, guinda fruta peruana nombre científico, 5 nombres de empresas comerciales, actividades para desarrollar la inteligencia lógico matemática en niños, teléfono serenazgo la molina, partido de vóley perú hoy en vivo, ac s14 semana 14 tema 01 tarea libro diario, arqueóloga que demostró la antigüedad de caral, teorías de liderazgo autores, como elaborar un plan de estudios pdf,
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